El Unicaja ha perdido con claridad ante el FC Barcelona Lassa en un partido en el que los de Plaza no se han parecido en nada al equipo que ha maravillado en estos últimos dos meses de competición, en los que el equipo había dado un paso adelante además de conquistar el título de la Eurocup. Pero en el Palau el Unicaja ha dejado un borrón en este tramo de partidos casi perfectos, donde el equipo funcionaba como el engranaje de un reloj suizo y que hoy el Barça ha hecho saltar por los aires con un festival de puntos y juego ofensivo que el Unicaja no ha sabido contrarrestar. Además de la dura derrota, habrá que ver el estado físico de Nemanja Nedovic, que en el último cuarto tuvo que ser sustituido tras torcerse el tobillo derecho.

Y es que, la defensa de los malagueños en la pista blaugrana ha dejado mucho que desear. El mosqueo de Plaza en el primer cuarto por la desidia de los suyos a la hora de defender lo dice todo. Al descanso, el Unicaja solo había cometido cuatro faltas personales, dos por cuarto, una cifra con la que es imposible competir al máximo nivel. Eso, a lo que hay que sumar 17 pérdidas de balón y que ninguno de los dos pívots verdes, Omic y Musli, han conseguido parar el caudal anotador de Ante Tomic en la pintura.

El Barcelona se dio una alegría ante el Unicaja en una temporada que estaba siendo para olvidar y se lleva el duelo por la cuarta plaza, un caramelo muy goloso de cara a ser cabeza de serie en el play off y por el que los de Plaza no ha competido hoy. Además, los de verde pierden el average con el Barcelona, un inconveniente más en esa pelea por estar lo más arriba posible. Se trata solo de un borrón, una raya en el agua para un equipo que ha devuelto la ilusión por el baloncesto en Málaga y que seguro, el miércoles contra el Manresa en el Carpena, volverá a dar la cara y coger velocidad de crucero antes del final de la Liga Regular.