Parece como si los dirigentes de ambas competiciones se hubieran puesto de acuerdo o simplemente ha sido casualidad. Lo cierto es que esta semana comenzaron los play off de la NBA y los de la Euroleague. Muchos dicen que la liga regular del baloncesto americano sirve de poco. Es más bien como ir al teatro a ver un espectáculo en el que llama tanto o más la atención lo que rodea al partido que el propio juego en sí mismo. De hecho, muchos aficionados no van a ver jugar a tal o cual equipo, van a ver jugar a tal o cual estrella de la NBA. Esa falta de presión en las gradas ayuda a que no sea muy difícil ver victorias de los equipos como visitantes. En lo que sí coinciden todos es en que la competición cambia cuando los play off comienzan, las defensas aparecen, ya no hay descansos para los jugadores principales y el juego se hace un poco más táctico. Lo más bonito de todos esos cambios que se producen en play off es que aparece la tensión. Sí, esos nervios que hacen temblar las piernas a algunos cuando piensan que si pierdes la eliminatoria se acabó tu temporada. Esa tensión, a veces, hace que el juego tenga un poco de menos calidad pero lo convierte en mucho más emocionante.

Como todas las temporadas, todo el mundo hace sus quinielas para determinar quién ganará cada eliminatoria. Muchos han apostado por los míticos Boston Celtics, que han sido capaces de quedar primeros en la liga regular en la Conferencia Este. Pero la realidad es que han perdido sus dos primeros partidos en casa contra los Chicago Bulls de Wade y Butler y parece que van a terminar eliminados a la primera de cambio. Es posible les haya pasado factura la muerte en accidente de coche el día antes al comienzo del play off de la hermana de su estrella Isaiah Thomas, como es lógico por otra parte.

Es normal que a todos nos guste que dispute la final algún equipo distinto al año pasado y por eso muchos entendidos se lanzan a hacer pronósticos poco conservadores. Pero la realidad es que parece que todo está abocado a una nueva final entre los Cleveland Cavaliers de Lebron James y los Golden State Warriors de Stephen Curry.

En la Euroleague, después del enorme éxito que ha tenido el nuevo modelo de competición, también llegó la hora de la verdad, unos play off que dan billete para Estambul, donde se disputará la Final Four 2017. El baloncesto europeo es un poco diferente al americano. Bien es cierto que se parece cada vez más en lo físico, aquí todavía se juega más táctico, tienen mayor importancia los entrenadores con sus scoutings y sus defensas. Pero lo más bonito es que este baloncesto no está exento de esa tensión de la que hablamos y da igual si el partido es de play off o de liga regular. Las aficiones van a las canchas a ver a su equipo ganar y no se les ocurre disfrutar del baloncesto que hace tal o cual estrella si no juega para su equipo. Ellos también juegan desde la grada y aumentan la dificultad de ganar fuera de casa para los equipos visitantes. Es un espectáculo, sin lugar a dudas, pero está más centrado en lo que pasa en la cancha y no tanto en lo que le rodea.

Seguramente aquí todos estaremos de acuerdo en elegir a los cuatro favoritos para disputar la Final Four. Pero la realidad es que CSKA ha ganado sus dos partidos con mucho sufrimiento y Real Madrid y Olympiacos tendrán que ganar un partido fuera de casa si quieren estar en Estambul tras perder en sus respectivas canchas en el segundo partido de la serie. Sin embargo, el favorito que peor lo tenía, Fenebahçe, ha sido capaz de ganar los dos partidos en la difícil cancha de Panathinaikos.

Ahora, ¿cuál de los dos baloncestos es el mejor? ¿Qué play offs son más divertidos o de mejor calidad? Pues hombre, como latinos que somos entiendo que estamos más cerca de que nos guste ese baloncesto de presión en las gradas, de máxima tensión por ver a tu equipo ganar, que se puede ver en Europa. Pero sinceramente, ¿por qué elegir uno si podemos disfrutar de los dos? Así que ahora aprovecho para consumir partidos a tope y me da igual si son de NBA o de Euroleague, en esos ratos en los que Ana me deja que piense que soy yo el dueño del mando a distancia.