La cooperativa de Joan Plaza en el Unicaja quiere seguir fabricando sueños. Continúa con hambre el equipo, que no se ha saciado tras dominar en Europa con una Eurocup que ha sabido a gloria, pero que ha dejado un hueco en el estómago. La ACB va a ser como los buenos postres, que no ocupan lugar. Y el Unicaja llega enchufado, resultón y proactivo, como le gusta decir al técnico, a estos play off por el título. Lo demostró ayer con hechos. No, este Unicaja no va de farol en esta recta final ligera. Quiere jugar los play off con vitola de favorito. Y, a poder ser, con factor pista en los cuartos de final.

El Unicaja hizo ayer en Vitoria un partido serio, completo y plagado de detalles. Con muchas cosas positivas y alguna mala. Aguantó el intercambio de golpes hasta el descanso, frente a un rival de Euroliga, con una defensa agresiva y pegajosa. Ante un Baskonia que este año le ha ganado a lo mejor del Viejo Continente y que ha tenido el tremendo mérito de plantarse en los play off de la Euroliga. Supo sufrir después, cuando Larkin y Shengelia imitaban al séptimo de caballería. Construyó la remontada desde la defensa, con robos y canastas fáciles. Y, en la recta final, de nuevo con el Baskonia tosiéndole de cerca (67-66), respirando su mismo aire, supo jugar sus bazas y derrotar, por segunda vez esta temporada en la ACB, y por tercer encuentro consecutivo, al club vasco. El ensayo general del play off salió de lujo.

Es una victoria, además, que permite al Unicaja seguir enchufado durante esta semana. El cuadro malagueño tiene objetivos vivos. Y a la vista. Ser cuarto y hasta tercero se ha puesto a tiro de un triunfo, a falta de sólo dos jornadas. Así que Joan Plaza se garantiza tener a sus hombres con tensión, con la cabeza ocupada durante esta semana, antes de jugar este mismo miércoles ante el UCAM en Murcia y el domingo frente al Real Betis Energía Plus, en el último encuentro de la Fase Regular liguera y, presumiblemente, en el entierro del equipo sevillano, que tiene muy mala pinta.

Fue un señor partido, emocionante, de ida y vuelta, con intercambios de golpes y errores, con mucho talento en pista y con jugadorazos que hacen que valga la pena comprar una entrada. Larkin y Shengelia llevaron la voz cantante en el Baskonia. En el Unicaja fueron Jamar Smith y Nemanja Nedovic, ambos con 17 puntos. Lo que ocurre es que mientras que en los de Sito Alonso sólo ayudaron, a cuentagotas, Hanga y, a veces, Beaubois; en el Unicaja jugó como lo lleva haciendo desde hace un tiempo, como un equipo.

Oliver Lafayette estuvo en pista, con buenas decisiones y puntos, cuando el Unicaja remontó (52-42 abajo) mediado el tercer cuarto. Tuvo muy buenos minutos. Y, un día después de su cumpleaños, regaló excelentes sensaciones. Este Lafayette a ese nivel le vendrá de perlas a los malagueños en el play off. Ni los focos ni los números apuntarán hoy a Dani Díez y Carlos Suárez. Nadie en el Buesa Arena cogió más rebotes que Dani (cuatro en cada aro). Y el «capi» frenó a Shengelia como no lo había podido sujetar Brooks y anotó dos triplazos que fueron clave para que el Unicaja consolidara su quinta plaza.

Fue, eso, un equipo. Con una actitud defensiva encomiable y sin graves fisuras. No fue el día de los hombres altos, pero Omic hizo un trabajo aseado en el primer tiempo y Musli, tras un arranque horrible, ayudó con inteligencia y actitud. El Musli que ha vuelto tras su lesión de tobillo es más lento, más torpe, menos decidido y atrevido. Falla canastas fáciles cerca del aro. Y eso debe cambiar. Sus últimos minutos en pista son el camino.

Mejor en todo

El Unicaja hizo casi todo mejor que el Baskonia. Tiró con más acierto de tres y desde la personal. Dio más asistencias (14 contra 8), cogió más rebotes (36 a 29), recuperó más bolas (14 contra 5) y perdió menos (16 a 18)... Y todos estos detalles posibilitaron que tuviera muchas, muchísimas más oportunidades de anotar. El Baskonia lanzó, entre tiros de dos y de tres, 52 veces a canasta. El Unicaja realizó 68 tiros. Es decir 16 posesiones más, con 16 oportunidades más de anotar... Una barbaridad.

Ahora toca seguir sumando, porque el Unicaja, a pesar de todo, no depende de sí mismo para seguir ascendiendo en la clasificación. Su quinta plaza, además, tampoco está garantizada. Espera, desde luego, una recta final muy bonita y emocionante. Más adrenalina para una temporada brillante con la Eurocup a la que este Unicaja aún quiere seguir dando bocados.