El Unicaja y Trevor Mbakwe han llegado a un acuerdo por el que el club malagueño indemnizará con 230.000 euros al jugador estadounidense por el despido del pívot está pasada pretemporada. Las dos partes se han visto las caras en el Juzgado de lo social número 13 y su señoría ha puesto a las dos partes de acuerdo. El tira y afloja en las cantidades se ha resuelto con el pago de estos 230.000 euros, que el Unicaja ingresará en la cuenta del pívot del Zenit San Petersburgo el próximo lunes.

Mbakwe fue despedido por el Unicaja en pretemporada, y reclamaba el cobro íntegro de su contrato (467.000 euros), y que argumentaba que había pasados los controles médicos, e incluso había cobrado un bonus en su contrato a tal efecto. El jugador solicitaba todo el contrato pero el acuerdo se ha cerrado en una cantidad intermedia de 230.000 euros.

La primera oferta que se puso sobre la mesa en el juicio fue de 160.000 euros. Su señoría cuestionó a Mbakwe, que se personó en el juicio ya que la VTB League ha parado la competición para que el CSKA dispute la Final Four. El Zenit San Petersburgo le dio permiso y el pívot se personó este miércoles en la Ciudad de la Justicia, acompañado de sus abogados, el exjugador Miguel Juane y la letrada Carmen Torres. Mbakwe tomó asiento en la primera fila, acompañado por una traductora. Y enseguida comentó que esa cifra le parecía muy baja.

"Todo lo que ha sucedido me ha causado graves daños. Considero la oferta y la buena intención del Unicaja, pero no puedo aceptarla", explicó el ahora jugador del Zenit San Petersburgo a su señoría.

El juez le fue muy franco: "Si a mí me hubiesen ofrecido esa cantidad tampoco la hubiese aceptado. Hay que tener en cuenta que se le ha causado un grave perjuicio. También le recuerdo que dos meses después usted fichó por el Zenit", le dijo el titular del Juzgado de lo Social número 13, que mostró siempre una disponibilidad excelsa por negociar y por trazar puentes de entendimiento antes de que el litigio fuera a más.

Así que el juez volvió a poner una cifra encima de la mesa: "200.000 euros", dijo. "Usted debía cobrar en el Unicaja 467.000 euros, el Zenit le paga 280.000 dólares, que son unos 250.000 euros. Es una buena cantidad", le espetó su señoría, con acento canario.

Tomó la palabra Miguel Juane, el juez de Mbakwe. Y, tras un tira y afloja, se puso otra cantidad: 230.000 euros. "¿La acepta?", le preguntó el juez al jugador. "Serían 15.000 euros más de lo que usted hubiese ganado en Málaga, si sumamos su sueldo del Zenit y lo que le paga el Unicaja".

Mbakwe y Juane salieron de la sala unos minutos. Entraron y dieron el visto bueno. "Pero mi cliente quiere cobrarlo de inmediato, entre hoy y mañana". Su señoría miró al abogado del Unicaja, y éste le preguntó al gerente del Unicaja, Ángel Bordes, que era el representante de la entidad en el juicio. Fuera esperaban, como testigos, el secretario técnico, Carlos Jiménez, y el doctor José Nogales. Ninguno tuvo que declarar, porque Bordes dio el visto bueno. "El pago no se podrá hacer hasta el próximo lunes", espetó. Mbakwe dio el visto bueno.

Antes, el juez había mantenido un diálogo con Bordes, mientras Mbakwe estaba fuera de la sala. El gerente del club le comunicó que era una cifra alta, porque el Unicaja tuvo que buscar a dos sustitutos por él (Hamady Ndiaye y Alen Omic). El juez le replicó que había tenido en cuenta eso, pero que también el daño de imagen que había causado un despido en esas circunstancias para el jugador.

Su señoría zanjó así la disputa: "Se retira así también la demanda que el Unicaja había presentado. Salgan fuera y tómense una cerveza", dijo el juez, que enseguida miró a Mbakwe: "Bueno, usted una coca cola". Y el jugador respondió en español: "Una sangría". Y aunque el propio juez le había comunicado a Mbakwe, mientras los representantes del Unicaja estaban fuera de la sala, que aceptara el pago fraccionado en tres partes, el club dio el visto bueno al pago íntegro en un único plazo, el lunes.

Con el pago de 230.000 euros por menos de un mes de trabajo y dos partidos amistosos disputados con el Unicaja, el ahora pívot del Zenit regresó a San Petersburgo, a finalizar la temporada, ya que está en las semifinales de la VTB y si llegan a la final se clasificará para la Euroliga.