Dejan Musli es la principal preocupación de Joan Plaza en la actualidad. El equipo está como un reloj, pero el pívot serbio, desde que se lesionó su tobillo en Krasnodar, en semifinales de la Eurocup, no es el mismo. El jugador estuvo casi un mes de baja por su esguince de grado dos de tobillo. Y, tras su vuelta, se le ve sin chispa, sin energía, sin confianza. Joan Plaza lo sabe perfectamente y aprovechó la previa de los play off para darle un serio toque de atención, un ultimátum en toda regla.

"Confío, espero, deseo y lo necesito", dijo sobre Musli. "Hay jugadores que salen de una lesión y que se recuperan rápido. El equipo lo necesita como agua de mayo, es capital. Durante estos partidos tras la final de Eurocup hemos tratado de meterle en dinámica, ha sido casi siempre titular. Es cierto que necesitamos mucho más de él. Es un tema de que él se encuentre cómodo. Él ha de dar ese paso, porque el equipo no puede depender de los otros dos "cinco" que tenemos y echar mano a otras alternativas", dijo Plaza, que fue subiendo y elevando el tono de su mensaje y de sus exigencias. "Necesitamos al mejor Musli. Se acabó el tiempo de adaptación y espero que él dé el paso. No metiendo 20 puntos, sino siendo proactivo en defensa, yendo al rebote, sin pérdidas gratuitas y le necesitamos sí o sí".

El mensaje está ya lanzado y ahora Musli ha de ser capaz de asimilarlo y llevarlo a la práctica. El equipo ganó sin él una Eurocup, pero no hay que olvidar su importancia en el juego del equipo. El problema es que al serbio, más allá de que se le ve lejos de su mejor nivel de forma, parece falto de confianza. Es un tema de cabeza. Veremos si la reprimenda de Plaza le ayuda a salir del bache o le hunde definitivamente.