El Iberostar Tenerife gritaba, cantaba y danzaba. A unos metros, silencio en el Unicaja. De los rostros serios de los verdes a los de jolgorio de los amarillos. El Unicaja y el Iberostar se motivan de formas muy diferentes a la hora de salir a la pista. En el túnel de vestuarios los dos se encontraron. Separados por sólo 5 metros. Cánticos contra silencio. La forma de motivarse de los isleños contra la concentración de los costasoleños. Esta vez, al Unicaja le fue mucho mejor.