­El Unicaja se ha replanteado su política de cupos para la próxima temporada y ha congelado la renovación de Dani Díez, con el que ya había llegado a un acuerdo verbal para renovar su contrato por dos temporadas, pero que ahora ha dejado en suspenso. El club, en su estrategia por configurar una plantilla con los mínimos cambios posibles para la próxima campaña, estableció contactos para tratar de llegar a un acuerdo con el alero madrileño, que ha ido de menos a más en la presente temporada y en los dos años que lleva ya aquí en Málaga, tras llegar siendo el «Mejor Joven» de la ACB.

La idea del Unicaja es la de mantener la base del equipo y renovar a la mayoría de jugadores. El club ya ha zanjado la continuidad de Nemanja Nedovic y Jeff Brooks. Ha tratado de anticiparse al mercado y ya tiene los dos acuerdos cerrados y firmados. Esa premura, lógicamente, ha obligado a la entidad a realizar sendos esfuerzos económicos muy importantes. Las dos negociaciones se cerraron, se llevaron al último consejo de administración del club (celebrado el 5 de mayo) y después se firmaron los contratos.

Otra de las operaciones que se gestaron, de forma paralela, fue la de Dani Díez. Una vez finalizada la Eurocup, la secretaría técnica y Joan Plaza con su equipo de trabajo, dieron el visto bueno a la renegociación del contrato de Díez, ya que el jugador tenía una temporada más de contrato, pero con una opción de corte.

Se trataba de un último año de contrato con unas cantidades elevadas, así que la negociación giró sobre una rebaja de esas cifras y una ampliación del acuerdo en el número de años. Se cerró el compromiso, que también fue llevado a ese consejo de administración, en el que se dio el visto bueno. Dani Díez aceptaba rebajarse el sueldo para el año que viene a cambio de tener otro año más de contrato. Aunque no iba a ser garantizado, si no que habría una cláusula de corte. Las dos partes dieron por hecho el asunto.

Pero ahora, según apuntan fuentes del Unicaja, se quiere estudiar una nueva composición de la plantilla y sobre la composición de los cuatro cupos de formación. Hay que tener en cuenta que el Unicaja, para un plantel de 12 jugadores, debe contar con al menos cuatro cupos. Es una condición indispensable para competir en la Liga Endesa. No ya para la Euroliga, en la que la legislación y la reglamentación no obligan a tener ningún límite según la procedencia o nacionalidad del jugador. Así que teniendo en cuenta esta importantísima norma, el club debe hilar muy fino.

Alberto Díaz tiene contrato, aunque se le quiere mejorar. Y Viny Okouo ocupará, junto a Kenan Karahodzic, los puesto 13 y 14 de la próxima plantilla verde, para hacer hueco a una o dos incorporaciones que se hagan para reforzar el equipo. Los dos son cupos de formación, pero para contar deben tener un sitio en entre los 12 que se inscriban en el acta de cada partido en la competición nacional.

Así que la continuidad de Dani Díez, tal y como se informó en el consejo de administración, se daba por hecha. Pero hay un cambio en la política de cupos ahora. Sin el alero, las cuentas no cuadran. Especialmente porque Carlos Suárez tampoco ha renovado su contrato y con él, tal y como se ha explicado en las últimas semanas, ni siquiera hay negociaciones en marcha. El jugador prefirió zanjar el tema y trasladó cualquier tipo de negociación una vez que concluya la temporada. Con su renovación parada y sin conversaciones en marcha en las últimas semanas, el Unicaja debe repensar muy bien todos sus movimientos, pues necesita jugadores nacionales o cupos de formación. Pero en su actual plantilla no los hay y la entidad trabaja en la renovación del máximo número de jugadores posibles. El propio Joan Plaza lo volvió a decir el pasado martes en el programa «Zona Verde» de 101TV: «La idea es que sigan al menos nueve jugadores del equipo». Las cuentas no salen. El Unicaja necesita cupos. Como Dani Díez y Carlos Suárez.