La cinta roja que luce Tariq Kirksay en su cabeza, el alero del Iberostar, me ha traído muchos recuerdos sobre jugadores que han dejado muestras de un estilismo muy particular.

Kirksay, en su amplia nómina de equipos ACB, ha lucido cintas de muchos colores, casi siempre conjuntadas con la equipación. Es su seña de identidad, del mismo modo que el pañuelo lo era para Tanoka Beard. El fornido pívot, cuyo nombre significaba «guerrero salvaje» en un dialecto indio, llevó un pañuelo en su cabeza al estilo corsario tanto en el Real Madrid (de blanco inmaculado) como en la Penya (verdinegro).

De la época más vintage, en los 80, es inolvidable la camiseta de manga corta bajo la equipación. Chicho Sibilio y Súper Epi, pareja de aleros del Barça, no perdían la oportunidad para colocarse su camiseta Meyba roja debajo de la zamarra azulgrana. Quizás fueron los precursores de propuestas más actuales que, siguiendo la moda NBA, se utilizan en la actualidad como lo es la preciosa camiseta conmemorativa que porta Unicaja esta temporada.

Y quien no se acuerda de las muñequeras, prenda asociada a una generación de tenistas que despuntaban hace más de 30 años. En el básket español sus principales valedores fueron dos americanos inolvidables. Mike Schultz, pívot de Caja de Ronda y Joventut, prefería usarlas blancas y de tamaño gigante, y Kenny Simpson (escolta zurdo del Barça) tenía predilección por un modelo más pequeño y de un rojo intenso.

Incluso para los jugadores con algún tipo de lesión, la moda e innovación deportiva ofrecía variadas propuestas. Nuestro Rafa Vecina, quien tenía que convivir con sus eternos problemas de rodilla, siempre iba acompañado por un par de rodilleras azules que no le impedían ofrecer un clínic constante en el poste bajo. Durante los 90, fue el interior montenegrino Sasa Radunovic quien dio lustre a las coderas, un complemento típico del balonmano, que eran ideales para su juego rudo contra los pívots rivales.

Es en el ámbito de las zapatillas de básket donde más evolución se ha visto en los últimos 30 años. De los modelos primitivos (las míticas Chuck Taylor de Converse) hasta las botas rígidas de Adidas (el modelo de Epi) o las personalizadas Kelme Villacampa, hemos pasado a diseños ultraligeros con más funciones y componentes que un coche.

En la actualidad, la prenda estrella de las últimas temporadas son las mallas bajo el pantalón. En opinión de mi padre, jugar con un «pijama» no es lo correcto para un jugador profesional de baloncesto. Nosotros estamos muy acostumbrado, ya que en Málaga disfrutamos del mejor modelo, Nemanja Nedovic. El escolta serbio no sale a la pista sin ellas, tal y como hacen el baskonista Shane Larkin o el culé Navarro.

Pero en un partido como el de hoy, en el que hay que apretar los dientes, no perdáis la oportunidad de fijaros en el duelo de protectores bucales. Mientras el canadiense Doonerkamp opta por un modelo transparente más clásico, nuestros jugones (Jamar y Jeff) optan por colores más atrevidos. El escolta suele llevar un protector verde y el «Bandolero» luce la bandera italiana en homenaje a su esposa. Esta noche nos toca a nosotros vestir el Carpena de verde y morado. #MálagaNoSeRinde

@OrientaGaona