Sin nada que perder y con todo que ganar. Con ilusión y sin complejos. Con respeto, pero sin miedo. Así encara esta noche el Unicaja en el Wizink Center madrileño (20:30 horas) el inicio de su cruce de semifinales del play off por el título. Al otro lado de la pista espera el vigente campeón de Liga, el vigente campeón de la Copa del Rey y el cuarto mejor equipo de Europa, según los resultados de la última Final Four de la Euroliga. Un todopoderoso Real Madrid que asusta, pero que no es invencible y que tiene la presión de tener que ganar sí o sí a los verdes para optar al título en la finalísima.

Es evidente que estamos ante un reto mayúsculo para el equipo de Joan Plaza. Los verdes lo tienen todo en contra. El factor cancha es, sin duda, el principal problema. Jugar en casa este tipo de partidos es cada temporada más decisivo. Los cuartos de final recién concluidos, con 12 partidos jugados y 12 victorias locales, es el mejor ejemplo de que el calor del hogar puede casi con todo cuando la Liga Regular deja paso al tiempo de play off. El equipo de Laso sabe que tiene hoy y el viernes dos partidos en el WiZink Center para encarrilar la «semi» y, además, siempre les quedará el hipotético quinto duelo de desempate para finiquitar su pase. Lo dicho, muy, muy, muy difícil, pero....

Con la semifinal a punto de comenzar, habrá que agarrarse a cualquier cosa para creer en verde esperanza. Por ejemplo, a la racha de victorias del equipo de Los Guindos desde la final de la Eurocup hasta hoy. Son 13 partidos jugados y 11 victorias, los mejores números de cualquiera de los cuatro semifinalistas. Otro dato a tener en cuenta es más de sensaciones que de números. Y es que parece claro que el Real Madrid que se va a encontrar el Unicaja a partir de hoy en esta eliminatoria no es el mejor Real Madrid de la temporada. El equipo blanco ha vuelto algo triste de la Final Four de Estambul. Parece haber perdido la chispa, la contundencia y la magia de enero, febrero, marzo o abril. Sigue siendo un súper equipo, el máximo favorito al título, pero asusta menos a priori.

El último punto de optimismo al que se puede agarrar el Unicaja y su afición es la capacidad que ha demostrado este curso el cuadro de Joan Plaza para superar cruces de play off con desventaja de campo. Para ganar la Eurocup tuvo que asaltar sucesivamente las pistas del Bayern Múnich, Lokomotiv y Valencia. Tres canchas durísimas en las que el equipo verde demostró un carácter que será necesario sacar a pasear estos días en el WiZink Center si el equipo quiere dar la sorpresa y plantarse el domingo en Málaga con la posibilidad de sentenciar al Real Madrid en el fortín del Palacio.

El equipo viajó ayer por la tarde con demasiados problemas físicos, aunque ninguno de extrema preocupación. Nedovic no se entrenó por las molestias que tiene en el tobillo. Brooks está tocado también en su tobillo derecho, pero su evolución ayer fue positiva. La fiebre de Musli va remitiendo y aunque no está al cien por cien, seguro que podrá vestirse de corto para ayudar a sus compañeros.

Está claro que para ganar en la cancha del Real Madrid será necesario un partido muy completo de todo el equipo. Será vital, por ejemplo, recuperar a Kyle Fogg, que ha acabado los cuartos de final con cero puntos. También deberán estar más finos los dos pívots Omic&Musli, que tendrán hoy que lidiar con Ayón, Othello Hunter y compañía.

Impedir al Real Madrid llevar el ritmo del partido, provocar que Llull no esté cómodo en la pista, defender hasta el límite y dominar el rebote son algunas de las tareas marcadas en la hoja de ruta de Joan Plaza para esta tarde-noche. Todas muy fáciles de dibujar en la pizarra, pero muy complicadas de realizar sobre el parqué.

Es evidente que el objetivo del Unicaja en Madrid es sumar una victoria hoy o el viernes en estas dos primeras entregas de la eliminatoria. Traer a Málaga la serie semifinal con 1-1 aumentaría de forma exponencial las opciones cajistas de estar en la finalísima y, sobre todo, provocarían un verdadero infierno verde en el Martín Carpena. La primera oportunidad llega esta noche. ¿Difícil?, Sí, pero no imposible #MalagaNoSeRinde.