Hay una frase muy conocida que dice que · «El entrenador es un mal necesario en los equipos profesionales». No puedo estar más en desacuerdo con esa afirmación. Los entrenadores son básicos en el funcionamiento de cualquier equipo y de cualquier estructura. Imprescindibles en la formación y necesarios en la élite, quizás por eso me llama más la atención lo que estoy viendo en las últimas fechas, que culmina con la rotación de los bases que hizo en Madrid Joan Plaza en este primer partido de la serie de semifinales de la Liga Endesa.

En la Final Four de la Euroliga ya asistí perplejo a algunas decisiones de Pablo Laso como el descarte de Andrés Nocioni, quizás el jugador más necesario en este tipo de finales, como muestra su actuación en las últimas ediciones de las fases finales o play off que ha jugado el equipo blanco. Anteanoche no fue una excepción. Tampoco entendí cómo en un partido como el que se estaba jugando, Felipe Reyes se mantenía sentado en el banquillo durante todo el encuentro, y dos jugadores como Thompkins o Taylor se convertían en los referentes del Real Madrid. El pívot sólo era superado en la pintura por Randolph y ambos tiraron más de tres que de dos. El alero jugó más minutos que Rudy y multiplicó por 4 los minutos de Maciulis. De hacer una mala temporada a ser colocados por su entrenador como protagonistas descartando a los que lo habían hecho bien. Resultado: Eliminados a las primeras de cambio y para casa.

El Unicaja salió anoche con Oliver Lafayette de base. Una nueva muestra de confianza de Joan Plaza en un jugador que no ha estado este año al nivel que requiere un equipo campeón de la Eurocup. Como apuesta de inicio puede ser hasta comprensible, pero nunca entenderé por qué se mantuvo tantos minutos en el campo. Los 17 minutos que Lafayette fue titular, el equipo perdió por 15 puntos. Los 22 minutos que Alberto Díaz tomó el mando, el equipo ganó a los blancos por 12 puntos. Siendo esto muy importante me parece aún más grave ver como Kyle Fogg pasaba todo el partido en el banquillo, cuando ha sido y es, uno de los mejores jugadores del equipo. No sé si el equipo hubiera ganado en Madrid pero si estoy seguro que si los 17 minutos que jugó Lafayette los hubiera jugado Fogg, la cosa hubiera sido distinta.

Siempre he creído que Joan Plaza no seguirá la próxima temporada salvo que no encuentre otra opción mejor, como ocurrió este pasado verano. ¿Quedarse en esas condiciones es bueno? ¿Es malo? No lo sé. Este año al equipo le ha ido muy bien, pero la situación de Fogg en los últimos partidos, unida al que está viviendo Musli, superado en minutos por Okouo, no son buenas de cara al próximo año.

Fogg y Musli son dos jugadores básicos en el equipo y con contrato en vigor para la próxima temporada. Plaza, si sigue, deberá no sólo convivir con ellos, sino sacarles el máximo rendimiento. La situación ahora se parece más a la vivida en el Martín Carpena hace un año con Stefan Markovic, que a otra cosa. Y todos sabemos cómo acabó aquello. El campo se está llenando de minas y no sé si realmente los protagonistas son conscientes que deberán atravesar ese mismo campo dentro de unos meses. Suerte€