A la primera no pudo ser... y a la segunda, menos. El miércoles fue porque no quiso Llull. Ayer, porque el que no quiso fue el propio Unicaja, que ofreció una versión paupérrima, deambuló por la pista sin defender ni atacar, bajó los brazos de forma imperdonable en plena primera parte y, en definitiva, firmó una actuación indigna de un equipo semifinalista de la mejor Liga de Europa. No hay excusa posible, fue un desastre colectivo.

La derrota de anoche convierte en agónica la situación de los verdes en el play off. El cruce viaja ahora de Madrid a Málaga con 2-0 para los blancos y con las opciones del Unicaja de estar en la finalísima de la próxima semana prácticamente abocadas a un milagro en el que ya nadie cree. Sobre todo después de lo visto ayer. Y es que ganarle un play off al mejor de 5 partidos al Real Madrid con desventaja de campo es muy difícil, pero ganarle tres partidos seguidos en solo seis días suena, sencillamente, a ciencia ficción.

El equipo vivió un suplicio en el Wizink Center desde el segundo cuarto. Carroll cogió su fusil y ejecutó al Unicaja con 21 puntos en 10 minutos que dejaron atontado al equipo y al banquillo, sin margen de reacción, sin hambre, sin espíritu y a merced de un rival que fue creciendo segundo a segundo al olor de la sangre verde.

La imagen de los de Plaza fue tan penosa como inesperada. Este equipo ha alternado partidos buenos y malos todo el curso (últimamente muchos más positivos que negativos), pero rara vez se ha borrado de una cancha. Desde que llegó Plaza a Málaga se pueden contar con los dedos de una mano días tan penosos como el de ayer. Pero éste de anoche es de los que se recordarán... y no por lo bueno.

La dolorosa imagen de los verdes fue una sorpresa, pero el 2-0 que muestra el marcador de la semifinal es lo que la lógica hacía prever antes de arrancar la serie, por mucho que más de uno quisiera ver opciones de sorpresa donde no las había. El Real Madrid es el mejor equipo de España y uno de los dos o tres mejores del continente. Hay noches que, viendo la NBA, incluso uno se plantea si los de Laso no podrían competir a un cierto nivel al otro lado del «charco». Los blancos eran, son y serán siempre favoritos. Contra el Unicaja y contra cualquiera. Vale que el Real Madrid no es 29 puntos superior al Unicaja, pero, nos guste o no, están a otro nivel. Sin más.