El Unicaja puso punto final a la temporada con la derrota ante el Real Madrid. Acto seguido, la plantilla del Unicaja al completo salió del vestuario, regresó a la pista y saludó a los cientos de aficionados que aún seguían esperándoles en el Martín Carpena. Fueron momentos emocionantes, en el que se vivieron escenas muy emotivos. El abrazo, entre lágrimas, de Brooks con Ángel Cañete puso los pelos de punta. El momento de soledad de Nedovic, el adiós de Omic, el cariño a los jugadores... Dos minutos repletos de magia tras una temporada histórica.