El Unicaja 2017/18 va a sufrir más cambios de los previstos inicialmente. La intención del club es explorar a fondo el mercado, permanecer receptivo y tratar de obrar en consecuencia si se ponen a tiro jugadores que puedan mejorar la actual plantilla. Aunque eso suponga tener que renegociar contratos con jugadores que tienen vinculación con el club y haya que prescindir de alguno. Ése es el mensaje que le ha lanzado Joan Plaza al club, y que ya comienza a tomar forma. De hecho, el entrenador ha mantenido ya varias reuniones con su staff técnico y existe un listado de nombres de futuros refuerzos que amplía las opciones que ya había aportado el secretario técnico, Carlos Jiménez.

El trabajo serio ha comenzado ya, aunque el verdadero lío no llegará hasta que finalicen las diferentes ligas y el 30 de junio acaben contratos o haya que hacer frente a cláusulas de renovación o corte. Pero el Unicaja se posiciona y sigue preguntando, escuchando a agentes y dándole vueltas a su plan.

La idea inicial de todas las partes era tratar de mantener el bloque actual que ha ganado la Eurocup. Todo ha ido encaminado a dar continuidad al proyecto y de ahí las renovaciones de Nemanja Nedovic, Dani Díez y Jeff Brooks. El club, además, tiene muy avanzada ya la mejora y ampliación de contrato con Alberto Díaz, que se convertirá en el emblema del club. Y las posturas con Carlos Suárez, que estaban muy distantes hace poco, ahora están mucho más próximas. Hoy mismo hay prevista una reunión entre las dos partes para seguir hablando. El acuerdo podría llegar en breve.

A partir de ahí se abre un abanico amplio, en el que caben todo tipo de apuestas, porque nadie, absolutamente nadie, tiene su puesto garantizado entre los «12» profesionales que quiere Plaza.

El club tiene firmado un acuerdo por dos años con Dragan Milosavljevic, alero serbio que puede jugar también de «dos» y que será anunciado cuando en las próximas semanas. Es decir, hay justo media plantilla ya fichada. Hay que tener en cuenta que la idea es que Viny Okouo sea el jugador número 13, junto a chicos de la cantera que ayudarán e irán entrando en el equipo, casos de Romaric Belemene, Kenan Karahodzic o el propio Ignacio Rosa.

Es decir, que hay media plantilla que, aunque tenga contrato, tiene su continuidad en el aire. El que está más cerca de salir (eso, al menos, han dicho sus agentes al club) es Jamar Smith, que piensa abonar 25.000 dólares para romper su compromiso y mejorar su contrato fuera de Málaga. No descarten, eso sí, partida de póker y que Smith, hasta el 29 de junio, le dé vueltas a la tortilla, esperando que sea el Unicaja el que rompa el contrato.

Kyle Fogg, Adam Waczynski y Dejan Musli tienen contratos garantizados, aunque el base americano tiene una cláusula de salida. Los focos apuntan, inexorablemente, hacia ellos. Especialmente al alero y al pívot, ya que la idea de Plaza es dotar al equipo de mayor capacidad atlética, de mucho músculo, y ahí es precisamente donde flaquean el polaco y el serbio. Con los dos, eso sí, habría que negociar. Ambos tienen contrato en vigor.

Y quedaría el base y el pívot. Lafayette está fuera y su primera opción era Leo Westermann, que lo tiene hecho con el CSKA. Lo del base puede ir para largo, porque los primeros espadas han de mover ficha. El club estará pendiente al tanteo de Granger. Y también se espera por Alen Omic. El esloveno tiene contrato con el Anadolu Efes. Si lo rompe, el club tratará de ir a por él. Si no lo logra ya hay opciones: Augusto Lima o Devin Booker.