El Unicaja vive una semana de calma tensa. Los 10 próximos días, de aquí al 30 de junio, serán importantes. Y, a partir de ahí, con la llegada de julio, el mercado se abrirá de par en par. Un base y un pívot, ésas son las dos grandes necesidades del equipo, más allá de la posible salida de Jamar Smith y del futuro, con contrato en vigor pero inestable, de Kyle Fogg, Adam Waczynski y Dejan Musli. En cualquier momento, cualquiera de los cuatro podría salir. A coste cero para el club, por supuesto. Los tres son piezas que Joan Plaza, entrenador del equipo, está dispuesto a canjear para ganar fuerza de cara a la próxima Euroliga.

El club ha realizado ya los movimientos que debía hacer y ha renovado a la estructura del equipo para el próximo curso. Construirá su proyecto de Euroliga sobre Nemanja Nedovic, renovado a golpe de talonario, y ya ha firmado la continuidad Dani Díez, Carlos Suárez y Jeff Brooks. La ampliación y mejora de Alberto Díaz está ya zanjada y se hará pública en breve. También ha firmado por dos temporada al serbio Dragan Milosavljevic. Y Viny Okouo tiene contrato garantizado. A partir de ahí surgen las dudas Kyle Fogg, Jamar Smith y Adam Waczynski. Y el base. Y el pívot.

El club tiene la necesidad de fichar un buen «uno». De garantías. Se ha fallado en ese puesto en este curso. Oliver Lafayette no cumplió. Y ahora se ponen todos los sentidos en un jugador sólido y fiable. El club ha reconocido públicamente, por boca de su presidente, Eduardo García, y su secretario técnico, Carlos Jiménez, que Jayson Granger es una opción.

El club le realizó una oferta cualificada hace dos veranos, cuando se fue al Anadolu Efes, y ahora tiene sus derechos en la ACB. O sea, que si un club español le hace una oferta y el Unicaja la iguala, «Jay» jugará en Málaga salvo que prefiera continuar en el extranjero. El uruguayo, para ponerle pimienta al asunto, pasa unas minivacaciones en Málaga tras haber estado ya este arranque de verano en Barcelona y la isla griega de Mykonos. Tiene decidido abandonar Estambul tras dos años en el Efes y ahora espera acontecimientos. El 1 de julio se abre el mercado en la NBA. Ahí es donde el uruguayo espera y desea llegar. Tiene razones fundadas para pensar en dar el salto. Varias franquicias se han interesado por él. Y en Europa tiene conversaciones muy avanzadas con el Baskonia.

El Unicaja espera acontecimientos. No piensa realizar movimientos. Tampoco con el propio jugador. Que el Baskonia haga ese «trabajo». Aunque el tema va a ir para largo. La ACB anunció ayer las fechas del derecho de tanteo, aunque estas fechas no conciernen al Unicaja ni a la operación Granger, ya que no pertenece al tanteo de este curso.

Las fechas del tanteo de este curso van del 28 de junio al 9 de julio. En esos días, un jugador sometido a tanteo (no es el caso de Granger) debe depositar su oferta. Y, justo después de enviar el contrato firmado, el club en el que ha militado el jugador ese año tendrá cinco días para igualarlo.

Insistimos: no es el caso de Granger y del Unicaja, ya que su tanteo es anterior. Así que para el "caso Granger" no hay fechas. El Baskonia puede presentar la oferta mañana o en septeimbre. Así que al Unicaja no le queda otra que esperar, pero sin poder abordar estos tiempos tan amplios.

El tema es que no puede maniobrar demasiado. Porque el «caso Will Thomas» aún está fresco. El Unicaja inscribió el pasado año a Thomas en tanteo. Y, en plenas fechas para presentar ofertas, el club de Los Guindos hizo oficial el fichaje de Jeff Brooks, que era el recambio de Thomas. Eso fue el 6 de julio. El día 8, el Valencia Basket presentaba su oferta en la ACB. El Unicaja ya no tenía capacidad de reacción. Tenía a su recambio fichado. Y dejó pasar esa opción.

Ahora no se puede repetir ese error. Así que no queda otra que esperar. Porque el equipo malagueño debe ser un buen jugador de cartas y aguantar todo lo posible a que Baskonia mueva ficha por Granger. Aunque, el club tiene varias opciones vistas que el 30 de junio cambian de precio. Pero es el sacrificio que hay que pagar.