El verano es para la mayoría tiempo de descanso. El único momento del año en el que, al menos por unos días, nos sentimos en la gloria. Días para estar en familia o con los amigos, sin trabajar, y disfrutando de lo que más nos gusta. Estos días sin embargo para unos pocos, son los de mayor trabajo del año y para la mayoría son esos días en que lees el periódico, miras la tele o escuchas la radio y sueñas con un montón de estrellas que jugarán el año que viene en tu equipo. Es el mercado de fichajes en tiempo real. Unas noticias que debido a la proliferación de medios últimamente se han multiplicado, multiplicando a su vez, las ilusiones y las frustraciones.

Sólo han pasado 14 días desde que el Valencia Basket le ganó la Liga Endesa al Real Madrid y desde entonces ya he contabilizado 19 jugadores que podrían jugar en el Unicaja la próxima temporada. En esa lista están los bases Jayson Granger, Mantas Kalnietis, Dontaye Draper, Jordan Theodore, Bryce Cotton, Antoine Diot, Leo Westermann, Dee Boost y DJ Cooper. En las posiciones exteriores los nombrados son Kyle Kuric, Brad Oleson y Dragan Milosavljevic . Y entre lo pívots los nombres son Ognjen Kuzmic, Jarred Jones, Giorgi Shermadini, Augusto Lima, Devin Booker, Latavius Williams y Alen Omic. Y todo esto en un equipo que tiene 10 jugadores y un entrenador con contrato en vigor.

Las negociaciones ahora se cuentan en tiempo real y, créanme, los periodistas no les mienten. Cualquier secretaria técnica trabaja con unas listas de jugadores eternas donde están la mayoría de los jugadores disponibles en el mercado. De esa lista hay que quitar los que están fuera de tu alcance porque son muy caros o están en el punto de mira de equipos más poderosos como podría ser el caso de Aaron Jackson, Tyrece Rice, Shane Larkin, Mike James o Daniel Hackett. El resto son objetivos potenciales. Este año el mercado es muy complicado. Los grandes, que tienen que entrar casi todos en el mercado, esperan a los descartes de la NBA. Los grandes jugadores esperan a los mejores clubes europeos y los equipos de clase media acomodada o gastan mucho dinero como el Valencia, o tienen que esperar su oportunidad. Hasta ahora han salido 19 nombres pero estén seguros que saldrán más. A los jugadores «conocidos» dentro de unos días se sumarán los que han terminado su carrera universitaria y no han encontrado un hueco ni en la NBA, ni en la NBDL. Esos jugadores de gran calidad y sin experiencia en Europa de los que huyen los grandes pero que suelen dar gran rendimiento, si aciertas, en otros equipos. Es un mercado interesante pero arriesgado.

El verano no ha hecho nada más que empezar y es muy largo. Suerte y dejémonos ilusionar porque la temporada que viene es muy ilusionante.