Llega el mes de julio y comienzan los campus de baloncesto, una actividad de enorme tradición en Málaga. Los primeros pudieron ser el campus de Mario Pesquera, el de Caja de Ronda y el que Pedro Ramírez y Javier Imbroda hacían en Mabella.

Esta tradición es fácil de entender por la educación de baloncesto que hay en la ciudad y fantástico clima, que invita a este tipo de actividades. Sin lugar a dudas, el gran referente de estos eventos es el campus de Unicaja. Este campus lo inició Caja de Ronda organizándolo desde el propio club. Utilizaron la Residencia Arunda y el Centro Cívico como instalaciones para hospedar a los chicos y chicas inscritos, mientras que era en Los Guindos donde se entrenaba.

Después de unos años de receso, el club volvió a lanzar la actividad veraniega centralizando tanto la estancia de los campistas como las actividades en la Residencia Andalucía (la Universidad Laboral de toda la vida). Ese fue el inicio del Campus de Unicaja que dio un vuelco enorme una vez que la Obra Social del banco, y de la mano de Pedro Ramírez, tomó la actividad. Pedro y Agustín Rodríguez, el director de la residencia, consiguieron que esa actividad se convirtiera en un macroevento que llegó a tener cinco turnos y en los que se juntaban más de mil quinientos niños cada verano. Se creó algo que después fue referencia para otros campus que siguieron los pasos del campus de Unicaja Obra Social.

La apuesta fue enorme. Se mejoraron las instalaciones, que ahora tienen una piscina olímpica espectacular y unas pistas de baloncesto que ya quisieran muchos clubes. También se hicieron mejoras en la residencia. El evento se completó con otras actividades y deportes con el objetivo de que no sólo se inscribieran niños y niñas que les gustase el baloncesto. El resultado fue tener listas de espera para inscribirse por la enorme demanda y un éxito rotundo puesto que el campus se convirtió en el mejor de Europa.

Por allí pasaron como alumnos, por ejemplo, Alberto Díaz y Rubén Guerrero, que ahora están tan de moda por la gratísima noticia de ser convocados por Sergio Scariolo. Aquí me sumo a la felicitación a estos dos chavales de los que nos sentimos tremendamente orgullosos todo el baloncesto malagueño.

La organización de actividades como ésta se ha generalizado. Casi todos los clubes tienen el suyo como un servicio más que ofrecer a todas las familias que pertenecen al club. Algunos son más lúdicos y otros tienen más carga de tecnificación; unos son externos y otros hacen dormir a sus inscritos en alguna instalación preparada para ello.

Les aseguro por la experiencia que tengo de muchos años dirigiendo este tipo de eventos que hacer que los chicos se lo pasen bien es muy fácil. La dificultad radica en que saquen provecho técnico a las sesiones de trabajo, que los participantes tengan la certeza de que han aprendido algo cuando acabe la semana. Pero lo más complicado es lograr la tranquilidad de los padres de los chicos que asisten, que deben saber que dejan en buenas manos a sus hijos y que estarán muy bien cuidados. Esto es una enorme responsabilidad que sólo saben quienes dirigen este tipo de actividades, buscando siempre la máxima perfección en la atención de los chicos y chicas.

Aunque busquemos esa perfección, estos días que los niños no tienen cerca a los papás se convierten en un continuo aprendizaje, porque a pesar de tener cerca a sus entrenadores y monitores, aprenden a solucionar por sí solos problemas que están acostumbrados a que les resuelvan. Hablo de cosas como recoger la habitación, ordenar la ropa sucia, preparar su ropa para el día siguiente, convivir con otros chicos, comerse lo que les toque de menú ese día... Siempre surgirán pequeños problemas en los que están acostumbrados a buscar ayuda paterna para resolverlos y que aquí deberán solucionar solos o casi solos.

Sin duda son actividades con muchos más beneficios que perjuicios por lo que, desde mi experiencia, animo a todas las familias a que inscriban a sus hijos a estos campus. Da igual el que elijan porque será un acierto. Eso sí, ellos también deben aprender a no controlar en exceso a sus hijos esa semana y dejarles hacer. Seguro que estarán bien cuidados.