Que Jayson Granger vista otra vez la camiseta del Unicaja parece casi imposible, pero es un sueño que el Unicaja está dispuesto a intentar. Al menos en los despachos de Los Guindos nadie quiere descartar su fichaje de forma contundente. Mientras «Jay» esté en el mercado, el Unicaja será una opción de futuro para él. Las frase del presidente verde, Eduardo García, cuando fue cuestionado a este respecto hace un par de semanas, fue tan tajante como esperanzadora: «Estamos interesados en su fichaje. Queremos que Granger vuelva a Málaga»... La del técnico, Joan Plaza, en una entrevista en La Opinión de Málaga, tampoco estuvo mal: «Traer a Granger sería excepcional, hasta tal punto que estaría dispuesto a empezar solo con 12 jugadores si él viniera».

La situación del jugador no ha variado estos últimos días. Ha acabado su periplo en el Efes turco y tiene libertad para fichar con cualquier equipo. El Unicaja parte con una ventaja sobre los demás clubes españoles porque Granger fue sometido hace dos veranos al tanteo por el cuadro verde, por lo que el equipo de ACB que quiera ficharlo deberá presentar una oferta y después el Unicaja tendrá 5 días naturales para decidir si la iguala y se queda con el jugador o si cede sus derechos a otro club. O sea, el mismo caso que ahora tiene abierto el club cajista con el MoraBanc Andorra por el pívot georgiano Giorgi Shermadini.

Como ya se ha publicado, el Baskonia tiene contactos muy avanzados con «Jay» para que el uruguayo sea el sustituto de Shane Larkin en el cuadro vitoriano la próxima temporada. La cuestión es que si eso se plasma en una oferta, en Los Guindos no se descarta el apostar a tope en el tanteo por un jugador que significaría un gran aliciente para la «marea verde».

Operaciones paradas

Desde que Granger está en el mercado, lo cierto es que el Unicaja ha frenado las apuestas que tenía en cartera para la posición de director de juego. Unas porque se han esfumado y otras porque parecen paradas hasta ver qué pasa definitivamente con la «opción Granger».

El pasado viernes se confirmó que Morayo Soluade va a ser el tercer base el próximo curso, por lo que falta por firmar a un director de juego de un perfil muy alto, que formará pareja con Alberto Díaz. Es verdad que con la marcha de Jamar Smith y de Kyle Fogg (la de este último todavía por confirmar), quedan vacantes las dos plazas de extracomunitario y una de ellas podría dedicarse a fichar un base americano de primerísimo nivel. Pero si Granger se pone a tiro, en el club apostarían a tope por el exjugador cajista y se olvidarían de cualquier otra opción llegada desde EEUU.

El gran problema a estas alturas es que hay que esperar a ver si el uruguayo se decide a dar el salto a la NBA. Si se da esa posibilidad, el fichaje sería imposible porque competir con la mejor Liga del mundo es una quimera.

Tampoco sería fácil repescar a Granger si otro club europeo le pone un «megacontrato» por delante al agente del exbase cajista. Y es que el derecho de tanteo solo es entre equipos españoles y no afecta al resto de ligas del continente. Por lo que si Olympiacos, Maccabi, Panathinaikos o cualquier otro equipo «grande» de Europa se empeña en fichar a Granger, el anhelo verde de traerlo de nuevo de vuelta a casa será imposible.

El Unicaja lo tiene complicado. Es verdad. Pero mientras no firme con otro club, las puertas del club de Los Guindos las tendrá abiertas. Hay que esperar y tener paciencia.