Una vez que el Unicaja cierre el fichaje del base brasileño Marcelinho Huertas, el objetivo será rematar la plantilla con un «cuatro y medio». Es cierto que el «caso Musli» aún promete dar más coletazos, porque el tiempo pasa pero la idea de Joan Plaza está clara: no cuenta con el pívot serbio. Claro que tiene contrato y el Unicaja no va a pagar por dejarle marchar (Morabanc Andorra lo intentó sin éxito) y tampoco va a ponerse nervioso por la situación. Musli tiene contrato y es uno más.

Más allá del tema de Musli y de la próxima contratación de Huertas, el Unicaja ya sólo hará un movimiento más para cerrar su plantel. Será un «cuatro y medio», que aporte físico, muelles, intimidación y músculo.

El candidato que encabeza la lista de opciones es, tal y como se informó en su día, Augusto Lima. Es cupo -sólo hay tres dentro del róster de 12- y conoce la ACB, la Euroliga y las propias entrañas del Unicaja. El club espera movimientos. El pívot tiene contrato con el Real Madrid, por lo que antes ha de romper ese vínculo. Hay conversaciones con el jugador, pero nada cerrado.

Porque el Unicaja baraja, además de Lima, otros candidatos. El equipo tiene sin cubrir las dos plazas de extracomunitarios. Se marcharon Kyle Fogg y Jamar Smith, y los fichajes que han llegado no ocupan plaza de americano. Marcelinho Huertas tiene pasaporte italiano y es comunitario.

Hay muchísimos jugadores americanos con estas características y todo dependerá de la liquidez que le quede al Unicaja tras el contrato con Huertas. Así que el casting puede ser largo. Hay muchas posibilidades de americanos que han jugado la Liga de Verano de Las Vegas. No hay prisa.