El Unicaja sigue buscando un base que lidere junto a Alberto Díaz la dirección del juego del Unicaja en su proyecto para la temporada 2017/2018. Después de muchas opciones fallidas, en Los Guindos han vuelto a partir de cero para tratar de cerrar un fichaje que se antoja importantísimo para la viabilidad del proyecto verde de la próxima temporada.

Son muchos los ofrecimientos que han llegado durante todo el verano al email del secretario técnico del club, Carlos Jiménez. A muchos de ellos se les ha tanteado, pero sin suerte hasta ahora.

El problema es que el Unicaja y Joan Plaza querían unos requisitos «especiales» para este fichaje y cada vez hay menos jugadores en el mercado que los cumplan, lo que ha hecho ver al club que es mejor ampliar el abanico para encontrar la mejor opción posible.

La negociación abierta y no culminada con Marcelinho Huertas ha hecho mucho daño. No solo porque el brasileño descartó a última hora su fichaje por el club verde, también porque durante los días en los que el Unicaja y la agencia del jugador pretendían cerrar el acuerdo, otras opciones que planteaba el mercado y que podían ser del agrado del club y de Joan Plaza se han esfumado.

Hay dos casos muy evidentes. Uno es el de Errick McCollum, que se ha comprometido con el Efes turco. Y el otro, Pierre Jackson, que jugará la próxima temporada en el Maccabi de Tel Aviv.

Ambos eran jugadores muy caros, sobre todo el primero, pero cumplían un requisito que hasta ahora ha sido decisivo a la hora de filtrar nombres en la agenda del secretario técnico: conocían el baloncesto europeo y por lo tanto eran susceptibles de llegar a la entidad verde. McCollum jugó a muy buen nivel la pasada temporada en el Galatasaray y antes lo hizo en Grecia e Israel. Jackson, por su parte, también sabe cómo es el baloncesto del Viejo Continente, tras jugar en Francia, Turquía y Croacia.

Un ejemplo de esta «condición» impuesta por Plaza fue el descarte hace un par de semanas de Phil Pressey, que parecía un jugador interesante para el proyecto verde, pero su nula experiencia fuera del baloncesto de Estados Unidos frenó su llegada. Ayer, por cierto, este mismo jugador fichó por el FC Barcelona.

El caso es que las opciones de bases de primer nivel con experiencia en Europa se ha quedado muy limitada. Los hay, pero no con las características que quiere Joan Plaza. Esto ha provocado que se amplíe la búsqueda y deje de ser una condición sine qua non lo de tener pasado en alguna liga de Europa.

Ayer se informaba en este diario de que Quinn Alexander Cook había entrado con fuerza en la agenda cajista. Exjugador de los Pelicans de la NBA, no tiene experiencia fuera del baloncesto de EEUU, pero ya se valora como una posibilidad real para llegar al Unicaja. En la Liga de Verano de Las Vegas destacó como otros muchos jugadores que se habían desechado previamente por esta cuestión y que ahora se estudian como opciones reales de futuro tras su buena imagen en las Summer Leagues: Justin Robinson, Marcus Paige, Melo Trimble, Rasheed Sulaimon...

Un caso especial es el de Tyrese Rice, base del Barcelona que podría en los próximos días abandonar la disciplina culé. Director de juego de primer nivel, su mala temporada en el Barça va a provocar que salga al mercado. Es muy caro, pero el Unicaja está atento a su futuro sin descartar hacer un esfuerzo por él, más que nada por su plus de estar habituado a jugar en distintas Ligas de Europa.

De momento hay que esperar. Es necesario acertar y no es conveniente precipitarse. Queda mucho verano por delante.