La primera semana de la pretemporada, la más engorrosa, la que gusta menos a los jugadores, la que el balón ni se huele y los protagonistas son los tests físicos, los análisis médicos y los controles clínicos se cerró ayer para el grueso de la plantilla del Unicaja 2017/2018 en el Hospital QuirónSalud Málaga.

La plantilla verde, con el recién aterrizado James Augustine ya como un cajista más, se sometió a una serie de analíticas y después, tras el desayuno en la cafetería del centro médico, los jugadores atendieron a los medios de comunicación en el tradicional encuentro del inicio de cada curso.

En total fueron 10 jugadores los que comparecieron ante los medios: Carlos Suárez, Alberto Díaz, Dani Díez, Morayo Soluade, Dejan Musli, Ray McCallum, Jeff Brooks y Viny Okouo, del primer equipo, además del canterano Ignacio Rosa. Faltaron los internacionales Dragan Milosavljevic, Nemanja Nedovic, Sasu Salin, Adam Waczynski y Giorgi Shermadini, además de los otros tres canteranos que harán la pretemporada a partir del lunes: José Luis Ibáñez, Jesús Carralero y Morgan Stilma.

El capitán del equipo, Carlos Suárez, se erigió en portavoz del equipo: «Estamos deseando empezar a trabajar todos ante una temporada dura y bastante larga con la Euroliga y la Liga Endesa. Creo que tenemos un equipo bastante compacto, con gente especialista en distintas funciones y es lo que necesitamos para afrontar este año ilusionante, al que nos ha costado llegar, de hecho hemos tenido que ganar un título para estar en la Euroliga y ahora tenemos muchas ganas de empezar».

Otro de los pesos pesados del vestuario, el canterano Alberto Díaz, también se mostró ilusionado con lo que está por venir: «Nos gustaría empezar directamente a jugar partidos, pero este trabajo de pretemporada también se hace a gusto porque el grupo es muy bueno, la gente que ha llegado es muy competente y eso lo hace todo más fácil». Alberto habló sobre su nuevo compañero en la dirección de jugo: «McCallum es un jugador con mucha técnica, físicamente muy bueno y nos dará muchas alegrías. Yo voy a intentar ayudarle, a él y a Morayo Soluade para que se adapten lo más rápido posible».

El propio Soluade también habló ayer de su vuelta a Málaga: «Tengo muchas ganas de empezar. Personalmente espero aprender mucho de grandes jugadores como Alberto o McCallum y a nivel colectivo, para el equipo espero grandes cosas. Conozco a la mitad del equipo y eso me ayuda a estar más cómodo. Además, cada vez que vuelvo aquí, el club me trata como familia así que estoy de lujo».

Tras el encuentro con la prensa han continuado las pruebas médicas en el mismo hospital para algunos, mientras que otros han acudido al Martín Carpena para seguir con los tests en el gimnasio del palacio. Por delante, seis duras semanas de trabajo.