El Unicaja no defraudó en su segunda aparición pública de la pretemporada. Al contrario. El equipo dirigido por Joan Plaza ganó con autoridad en Archidona al Alba de Berlín (91-62) en el primer partido del Trofeo Triangular Costa del Sol y ya espera que el Real Madrid haga su "trabajo" con los alemanes este viernes en Torrox para que el duelo entre verdes y merengues del sábado en Rincón de la Victoria se convierta en la finalísima de esta nueva edición del trofeo costasoleño.

El nuevo proyecto cajista da síntomas que invitan al optimismo. Viendo al equipo competir es complicado no venirse arriba, la verdad. Ante el Alba, el Unicaja volvió a mostrar acierto desde el perímetro, pero también argumentos sólidos en la pintura, que serán todavía más evidentes cuando el gigante georgiano Giorgi Shermadini se incorpore a la pretemporada costasoleña.

Ante los alemanes, volvió a brillar Ray McCallum. El base verde empezó dando un clínic de tiro exterior, anotando tres triples sin fallo en el primer cuarto, para luego dedicarse también a dirigir a sus compañeros y a buscar balones a los pívots, que hicieron mucho daño a la defensa germana. Está claro que el rookie de Detroit ha caído de pie en Málaga. Su forma de jugar ayuda a empatizar con la "marea verde". Es un base eléctrico, que corre siempre que puede, con una mecánica de tiro muy rápida y con una visión de juego privilegiada. Da gusto verlo y la afición cajista ya ha empezado a disfrutarlo. Sus números en su segundo día como jugador verde: 20 puntos y 32 de valoración.

Estuvo algo más gris esta vez James Augustine. El pívot norteamericano casi no jugó en la primera parte porque se cargó con dos faltas muy rápido. Después, entró y salió sin cogerle nunca el ritmo al partido. No obstante, es un pívot que desprende serenidad y saber estar. Será muy importante cuando lleguen las grandes citas y haya que poner sobre el parqué veteranía y talento. Tiempo al tiempo.

Sin Nedovic, Milosavljevic y Salin, Plaza otra vez jugó mucho tiempo con dos bases, lo que permitió comprobar que Morayo Soluade ya no es el "niño" tímido e inexperto que salió de Los Guindos hacia Burgos. El canterano es ahora un jugador descarado, que no renuncia nuca a buscar el aro y que está demostrando estar capacitado para jugar como el que más en este Unicaja 2017/2018. El que pensara que "Mo" iba a ser solo un jugador para entrenar y cubrir bajas de compañeros lesionados estaba equivocado. El base-escolta británico quiere jugar y ser protagonista. Y por ahora, merece esa oportunidad.

En plena pretemporada no se pueden pedir grandes cosas, pero el Unicaja ofreció a su gente muchos buenos minutos ante el Alba. Y eso ya es, en sí mismo, una muy buena noticia. El inicio del primer y del tercer cuarto fue lo mejor de un partido con los errores típicos de un amistoso a estas alturas de verano, en el que se puso más ganas que acierto, en el que se vio que este Unicaja tiene un interesante equilibrio exterior-interior y en el que el equipo evidenció que hay mucho fondo de armario ante lo que se viene encima: la temporada más exigente jamás jugada por el Unicaja en sus 40 años de historia.

El Unicaja verá este viernes el Real Madrid-Alba desde la barrera. Si el equipo merengue gana en Torrox al cuadro de Aíto, lo del sábado en Rincón será una finalísima directa entre cajistas y blancos. Si el Alba sorprende al Real Madrid, entonces habrá que tirar de calculadora para ver todas las opciones matemáticas del tercer partido de este triangular. Por ahora, todo son buenas noticias en el entorno de Los Guindos. Que dure.