La venta de abonos para la Copa del Rey 2018, que se disputará en Gran Canaria del 15 al 18 de febrero, se pondrán a la venta a partir de las 14:00 horas del próximo martes, 10 de octubre, con unos precios que oscilarán entre los 110 y 1.200 euros para presenciar los siete partidos.

Esta fecha de apertura se anunció ayer en el Gran Canaria Arena, el recinto que acogerá el torneo del KO, en un acto que contó con el director de la Copa del Rey, Gerard Freixa; el vicepresidente y consejero de Deportes del Cabildo, Ángel Víctor Torres, y el presidente del Herbalife Gran Canaria, Enrique Moreno.

Gerard Freixa resaltó que más de la mitad de los abonos en venta corresponderán a las dos categorías con precios más populares, con la intención de que el recinto deportivo vuelva a registrar una gran afluencia de espectadores, al igual que ocurrió en la reciente Supercopa Endesa.

Freixa aseguró que esta competición «es la mejor competición de baloncesto en Europa», junto a la Final a Cuatro continental, y felicitó al Cabildo de Gran Canaria por la «encomiable labor» que realiza con este deporte. El dirigente indicó que todos los equipos que disputarán el evento quedarán alojados en un único hotel de la capital grancanaria y, de igual forma, se intentará que el encuentro de fútbol de Primera entre la UD Las Palmas y el Sevilla CF, previsto para ese mismo fin de semana, cambie de fecha u horario para evitar la coincidencia.

Por su parte, Torres reveló que el presupuesto de esta Copa del Rey se sitúa en los 3 millones de euros, aunque, aseguró, tendrá un retorno para Gran Canaria de 17 millones y además, dentro de las actividades paralelas, destacó que se llevará la práctica del baloncesto y sus valores a más de 200 centros escolares de la isla.

Según la organización del certamen, se espera que unas 6.000 personas viajen el próximo febrero a Gran Canaria. De otra parte, el presidente del «Granca» agradeció al Cabildo la fe que deposita en la entidad que dirige y en el baloncesto, y se mostró «encantado» de que la Copa se celebre en el Gran Canaria Arena, que confía en que esté tan poblado como en la Supercopa.