El Unicaja se dejó ayer el liderato y su pleno de victorias ligueras de este arranque de temporada en el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada, después de un partido en el que el Montakit fue mejor del minuto 1 al 40, en el que se jugó al ritmo que quiso el rival y en el que el equipo verde mostró algunas costuras que están por zurcir para convertir a esta buena plantilla en un buen equipo capaz de aspirar a cosas importantes. Hay buena materia prima, pero también mucho trabajo por delante. Nada que deba sorprendernos si miramos el calendario y vemos que hoy es 9 de octubre y esto está casi por arrancar.

El Fuenlabrada planteó ayer un choque intenso, de esos de pico y pala. El Unicaja se tuvo que quitar el frac de líder y ponerse el mono de trabajo para bajar al fango, pero nunca estuvo cómodo en el plan de partido que le propuso el rival. Los madrileños sabían que cuanto más bajo fuera el marcador, más opciones tendrían de ganarle al Unicaja. La pizarra del «Che» García tenía claro que el Unicaja no podía correr. Los verdes fueron casi siempre a remolque y aunque nunca le perdieron la cara al partido, tampoco fueron capaces de meterle miedo a un rival que cuando más sufría siempre se sacaba un triple imposible de la manga para mantener su ventaja.

No fue el día del Unicaja. El Montakit le exigió mucho más que el UCAM Murcia y el San Pablo Burgos en las dos primeras entregas ligueras, pero tampoco los verdes dieron la mejor versión de sí mismos en el Fernando Martín. Los de Plaza jugaron a rachas. Dos minutos buenos, cuatro malos; tres minutos buenos, cinco malos... Y así, ayer, no les bastó para ganar.

McCallum volvió a estar desaparecido. Tuvo tres chispazos en el último cuarto que hicieron pensar incluso en la remontada, pero fue todo lo que aportó el director de juego de Detroit mientras Plaza lo mantuvo en pista, por mucho que sus números (10 puntos y 11 de valoración) apunten a otra cosa. Es evidente que la suerte cajista esta temporada estará íntimamente relacionada con la aportación que sea capaz de sumar su «presunto» base titular del equipo. Su pretemporada fue un escándalo, pero nada que ver con lo que ha mostrado desde la Supercopa hasta ahora. Es urgente que aparezca. No es necesario que meta 20 puntos, pero sí que sea capaz de hacer jugar a sus compañeros, crear ventajas dividiendo y pasando, amenazar con penetrar o con tirar... En fin, lo que enseñó en los amistosos del verano. Repito: su suerte será, en gran medida, la del equipo. Alberto Díaz no puede tirar solo del carro una temporada tan larga y exigente como ésta. Ojalá entre todos consigan que sume más que reste.

No fue el único que no estuvo ayer a la altura. De hecho, solo Augustine, Nedovic y el gladiador Suárez dieron la cara, junto a algunos fogonazos de Brooks. Muy pocos argumentos ante un Montakit muy bien trabajado, llevado en volandas por su gente y liderado en el banquillo por un tipo peculiar, que no da voces, que no habla en inglés a sus jugadores, que no la lía en la banda, pero que «enchufa» a los suyos a base de labia y de gestos de ánimo llevados hasta el extremo.

Por cierto, impecable el excajista Christian Eyenga. En el Unicaja no tenía sitio porque había tres jugadores con contrato en su mismo puesto. Una lástima. Pero que ningún equipo de la Euroliga haya ido a buscarle este pasado verano me resulta imposible de entender y de explicar. El jueves arranca la máxima competición continental, reto al que quiera, a que encuentre un alero físico mejor que Eyenga en 10 ó 12 de los equipos que visitarán este curso el Carpena en Euroliga. Yo digo que no lo encuentran... Pues ahí está el tío, en Fuenlabrada, para gloria del Montakit y sus aficionados, para regocijo de su particular entrenador y para cierto sonrojo de más de un director deportivo europeo que no sé dónde ha mirado en julio y agosto para no ver que la explosividad del africano es oro puro para jugar al más alto nivel continental.

En fin, que una mala mañana la tiene cualquiera. El Unicaja ya no es el líder de la Liga Endesa, pero tampoco eso tiene la más mínima importancia ahora. Esto no para y a partir de ahora, además, se acelera. El jueves llega el Fenerbahce para inaugurar la «madre» de todas las competiciones continentales. Hay que resetear y cambiar el chip. Euroleague is comming.