Es duro asimilarlo, pero de que el Unicaja comprenda la importancia de aparcar el Ferrari y coger el Golf va a depender el éxito o el fracaso de la temporada. El Unicaja condujo el pasado jueves por la autopista del Martín Carpena un Ferrari descapotable, de esos que llaman la atención, con todas las virguerías posibles y extras para aburrirse. Un cochazo de mucha pasta que tiene de lunes a viernes. Pero ahora, cuando llega el fin de semana, el equipo malagueño ha de dejar semejante «pepino» en la cochera y coger el Golf. Un coche fiable, precioso y muy confortable. Un «carro» muy potente. Pero lejos, claro está, de la pomposidad del Ferrari. De ese lujo. De ese nivelazo.

La comparación viene al pelo porque el Unicaja debe dejar a un lado lo vivido el jueves ante el Fenerbahce. La apoteosis por volver a la Euroliga y por ganarle al campeón, con una espectacular remontada incluida. Eso es pasado. Y ya no vale para nada. Sólo para empañar los cristales e impedir ver la realidad.

Si el Unicaja logra dejar a un lado esos lujos y ser consciente de que durante el fin de semana ha de cambiar el traje y la corbata por los vaqueros y la camiseta tendrá mucho ganado. Porque esta tarde, a partir de las 19.00 horas, no estarán ni Zeljko Obradovic ni el Fenerbahce compitiendo delante.

Estará el Real Betis Energía Plus. Y, siendo sinceros, importa un pimiento que sea el Betis, el Obradoiro, el Estudiantes o el Tenerife. Porque en esta Liga Endesa cualquier rival y en cualquier circunstancia te puede pegar un pasón y dejarte con cara de tonto. Si el Unicaja desprecia el Golf y se aferra al Ferrari lo va a pasar mal. Y que el equipo se meta en la cabeza la trascendencia de seguir rindiendo y compitiendo en la ACB al igual que en Euroliga es vital. El éxito o el fracaso de la temporada, insisto, va a depender de este hecho. Es crucial respetar al Real Betis como a los turcos. Es lo que hay. Será difícil, sin duda. Pero necesita ser muy consciente el cuadro malagueño. Duro de cabeza.

Joan Plaza ha dado comienzo a sus rotaciones. Al equipo se incorpora Dani Díez, que ha superado ya su lesión de hombro. El madrileño ya se vistió de corto ante el Fenerbahce, pero no jugó por decisión técnica. Ahora el Unicaja activa su alta en la ACB y da de baja al serbio Dragan Milosavljevic. El alero no jugará ante el Real Betis Energía Plus este próximo sábado, a las 19.00 horas, en la Liga Endesa. Llamativo, sin duda. Pero hay que comenzar a acostumbrarse.

Arranca, de esta forma, los movimientos que jornada a jornada irá haciendo Plaza para rotar a todos sus jugadores y que estén frescos. Milosavljevic no tiene ningún problema físico y se trata sólo de una primera rotación. El serbio llegó el último al jugar la final del Eurobasket con Serbia y Plaza no quiere forzar la máquina.

Sí que llama la atención que Dejan Musli siga fuera. Con el alta de Dani Díez, el Unicaja tiene a cinco cupos: Alberto, Soluade, Suárez, Díez y Okouo. La normativa le obliga a tener un mínimo de cuatro, con lo que sí que podría haber dado de alta a Musli, sin temor a no cumplir con los famosos cupos de formación. Pero Plaza ha preferido que el serbio siga fuera del equipo y no recompensar su fabulosa actuación del jueves, con 9 puntos y 14 de valoración en 10 minutos.

Lo de esta tarde, no lo olvidemos, es un derbi. Y un derbi siempre mola muchísimo. El Real Betis Energía Plus, repescado por los tribunales, está adiestrado por Alejandro Martínez. Es bueno para el básket andaluz que Sevilla tenga un equipo en la elite. Y para la ACB recuperar una plaza como Sevilla. Vienen a Málaga tres ex del Unicaja: el queridísimo Alfonso Sánchez, Saúl Blanco y Vlade Golubovic. El Betis tiene, a simple vista, un auténtico equipazo: Boungou-Colo, Schilb o Anosike. Pero llega sin un solo triunfo. Y, vistos sus partidos, con mucho nombre pero poco equipo. Por ahora, claro. Así que ojo con ellos porque irán para arriba.