Una de las grandezas de nuestro deporte es que no para de evolucionar. Se modifican las reglas para el beneficio del espectáculo, cambian los cuerpos, la intensidad, la velocidad. Cambia hasta la forma de jugar. Antes era imposible plantearse jugar sin dos pívots y ahora se hace sin ninguno en momentos puntuales. Antes los jugadores ganaban ventaja en uno contra uno y ahora si no sabes atacar y leer la defensa del pick and roll tienes complicado jugar. Los pívots tiran de fuera, los bases hacen mates, los aleros manejan el balón como bases... Se han aumentado los espacios donde atacar hasta el punto de que parece que la cancha se está quedando pequeña para jugar. Y esto a pesar de que el poste bajo es una posición que, por desgracia, poco a poco va desapareciendo o son menos los jugadores que dominan el juego de espaldas al aro.

Pues bien, toda esta permanente evolución del juego fomenta el tiro de tres puntos. Todos los jugadores deben tener capacidad de amenazar a la defensa desde esa famosa línea. Los entrenadores potenciamos que nuestros jugadores tiren de tres puntos con confianza. A veces aun siendo demasiado pequeños con las dificultades que implica para ellos por falta de fuerza. Les permitimos incluso tirar mal para llegar desde tan lejos. No tengo muy claro si debemos limitar esos tiros tan lejanos hasta que no tengan la fuerza suficiente y velar más porque tiren bien. Es decir, tirar bien aunque sea cerca que tirar mal lejos.

También me parece que la potencia física y la capacidad de manejo de balón que todos los jugadores tienen hace que haya mayor número de situaciones de entradas a canasta, culminando siempre que se puede en un mate, algo que gusta enormemente al público por su espectacularidad. Incluso veo que la nueva norma del paso cero va a potenciar mucho más que los jugadores vayan al aro porque se minimizará aún más el número de botes.

O sea, cada vez vemos mas tiros de tres y más culminaciones yendo al aro. Entre ambas formas de finalización hay unos siete metros, siete metros en los que se ha perdido hacer cosas. Lo primero que se va perdiendo es el tiro de dos. Cada vez se ven menos tiros de dos puntos porque se prefiere tirar un poco más atrás que vale un punto más. Que este tiro de dos sea a tablero ya es casi imposible de ver. Hemos dejado de trabajar el tiro a cuatro, cinco o incluso seis metros. ¿Series de tiro a tablero? Muy pocos lo trabajan en un entreno. Oyes a los propios niños decir que no les gusta tirar a tablero, un tiro que cuando yo jugaba se trabajaba a diario.

Pero, además, dejamos de trabajar el tiro tras dribling, cómo parar y tirar cuando has echado la pelota al suelo y has ganado a tu defensor. Animamos a que los jugadores lleguen hasta el aro, donde el porcentaje de acierto es muchísimo mayor. Este sí es un detalle que considero de gran importancia en el baloncesto moderno, sobre todo para aquellos jugadores no tan potentes físicamente. Por poner un ejemplo, Alberto Díaz o Thomas Heurtel tienen difícil ir al aro si ganan ventaja puesto que allí les esperan los jugadores más grandes y fuertes del equipo contrario preparados para taponarles o intimidarles. Por eso estos jugadores deben trabajar y dominar las paradas tras bote. Si quieren jugar al máximo nivel deben conseguir tener un porcentaje de acierto en este fundamento tan alto como en la culminación en bandeja.

Encima deben ser capaces de parar y tirar con acierto mientras leen, por ejemplo, una situación de pick and roll sabiendo cuando debes hacerlo en función de la ventaja y la ayuda del defensor del bloqueador. Lo deben hacer armando el tiro a gran velocidad porque el espacio es reducido y el tiempo de ventaja es muy pequeño. También deben saber elegir qué parada usar en función de estos mismos parámetros. Esto sólo se consigue con horas de trabajo y repeticiones de las diferentes posibilidades para convertir ese fundamento en un hábito.

Esto es solo una pequeña demostración de que se pueden trabajar muchas cosas en esos metros que separan el tiro de tres de la bandeja. No lo perdamos y hagamos más ricos a nuestros jugadores porque eso también es baloncesto moderno.