El Unicaja rozó el bochorno en su visita al Valencia Basket en la Euroliga, donde ha perdido 91-53, en un ridículo histórico verde con una primera parte impropia de un equipo de esta categoría. En el mismo escenario que hace unos meses hizo historia por todo lo contrario, por salir contra todo pronóstico, tirar de orgullo y remontar un partido casi perdido para levantar el título de la Eurocup, los jugadores del Unicaja se dejaron ir y el Valencia, en estado de gracia, les pintó la cara.

Es cierto que al Unicaja le faltaba Nedovic y Augustine, quizás sus dos hombres más en forma en este arranque de temporada. Pero los taronja también tenían problemas, sin Diot San Emeterio, Sastre y Williams. Pero el Valencia no acusó sus bajas, salió enchufadísimo al partido y en el primer cuarto ya ganaban de más de 20 puntos.

La sangría continuó en el segundo parcial y los de verde no hacían más que encogerse ante el vendabal naranja. Tal fue el repaso que al descanso, con Green, Dubljevic y Abalde de estiletes, que el Unicaja se marchó a vestuarios con 32 puntos de desventaja. Una paliza sin parangón que escuece.

Tras el descanso el partido ya estaba muerto, Waczysnki, más entonado, trató de maquillar el repaso, pero al Valencia, con muy poco, supo incluso aumentar la renta y confirmar una paliza histórica. Lo cierto es que la dinámica del Unicaja comienza a preocupar, con cuatro derrotas consecutivas. El domingo, ya en Liga Endesa, los verdes reciben al Estudiantes, obligados a romper la mala racha y borrar fantasmas.