Pues parece que el Unicaja le ha cogido el «truquillo» a esta feroz Euroliga. Victoria, con suficiencia, ante el Estrella Roja, el campeón de la Liga Adriática. Dos consecutivas ya en el torneo, si sumamos la de la pista del Anadolu Efes. Sí, el mismo colista moribundo que ganó el jueves al Barça en el Palau. Y balance de 3-3 para los verdes, que reciben el martes, en otra doble «eurojornada», al Zalgiris Kaunas. Con la opción de ponerse con un soñado 4-3 antes de visitar el jueves al Real Madrid. Pero vayamos por partes, que esto es muy largo pero muy corto a la vez...

Soluciones Nedovic. Desatoros Nedovic. Desatascadores Nedovic. Son tres posibles nombres para la empresa que el escolta serbio del Unicaja podría montar mientras siga aquí con nosotros en la Costa del Sol. Que no será mucho, me temo. «Nedo», con 54-48, después de que los malagueños fueran ganando por hasta 21 puntos (39-18), salió al rescate del equipo. El serbio, ante «su» Estrella Roja, ejecutó sin piedad. Nueve puntos consecutivos para llevar, de nuevo, la tranquilidad al Martín Carpena, y dejar al equipo al final del tercer cuarto con una amplia ventaja de 63-50.

No llegó a temer de forma seria el Unicaja, porque la superioridad vista en la pista fue abismal. Especialmente porque el equipo verde, esta vez, comenzó como un ciclón. Brilló el acierto, con un sensacional Sasu Salin, con cuatro triples de una tacada en el primer cuarto. Una salida prodigiosa que desnudó al Estrella Roja, que es mucho más equipo de lo que demostró ayer en el Martín Carpena. Ese temporal de salida nubló a los de Belgrado. Ni Rochestie ni Feldeine ni Bjelica encontraron el aro. Y el Unicaja no tuvo piedad. Salin fue el verdugo en la salida y Milosavljevic continuó con ese trabajo en el segundo cuarto. La superioridad tuvo un tope de 21 puntos: 39-18. Justo tras un matazo del propio Milosavljevic.

El Carpena estaba feliz. Disfrutaba viendo a su equipo siendo tan superior al rival. Los números eran aplastantes y las sensaciones corroboraban el show de la pista. Sucedió que espabiló algo el Estrella Roja, quizá debido al bajón general del equipo malagueño. Tras completar 17 minutos fantásticos, el Unicaja rebajó un punto su intensidad y se fue al descanso «sólo» con 14 de ventaja: 45-31.

Y continuó en esa misma tónica tras salir del vestuario. Menos intenso que el rival. Con menos ímpetu. Con peor disposición. No es que el Estrella Roja tocara la «Traviata», pero con un par de melodías se metió de lleno en el partido. Ha de comprender el Unicaja que las medias tintas no van con él. Es decir, que este equipo, sin tantos puntos en las manos como el del año pasado, ha de ser constante siempre. Cada descanso lo pagará. Cada desconexión le saldrá cara. Cada vez que crea que tiene el trabajo hecho, el rival de turno le recordará que esto es la Euroliga o la ACB. Y que de eso nada, monada.

Así que los serbios, con tres ideas y un par de triples, se subieron a las barbas del Unicaja: 54-48. Tuvo que pedir tiempo muerto Joan Plaza. La siguiente jugada dibujada en su pizarra fue un triple para «Nedo» tras salir de bloqueo. Y él no falló. Luego anotó otra canasta. La defensa verde se animó. Y después vino otra más. Y con dos tiros libres y nueve puntos consecutivos acabó el partido: 63-50.

El último cuarto vio la mejor versión de James Augustine y un intercambio de canastas con poquita salsa. Y con Feldeine castigado en su banquillo, por encararse a la luz de los leds con su coach. Y con el sufrimiento que causa ver a un jugador que es un activo del Unicaja, del equipo y del club, como Dejan Musli, sufrir en la pista. Pasarlo verdaderamente mal. Joan Plaza ha conseguido llenar de dudas al serbio, que parece una caricatura del buenísimo jugador que es. Verle sestear, dudar, reprimirse y angustiarse en pleno parqué es descorazonador. Eso ha conseguido el técnico cajista, desconozco bien el motivo, con su jugador. Con su hombre. Un valor al que ha logrado devaluar. Ante los ojos y la permisividad de todos.

Pero ésta es otra historia. El equipo ganó ayer: 79-65. Y miren la valoración: ¡¡¡101-53!!!. Lo hizo muy bien. Y está con 3-3 en Euroliga. Mañana, ACB. En Gipuzkoa.