El Unicaja 2017/18 está firmando su peor arranque de curso en las 15 últimas temporadas. Ha cambiado mucho el baloncesto en esta década y media. Esta nueva Euroliga es más exigente y apretada. El propio Unicaja no es el mismo. Pasó de tener un presupuesto que llegó a tocar los 16 millones de euros a no llegar a las dos cifras, con un repunte este año. Hubo cambios a todos los niveles: presidenciales, de entrenadores y, por supuesto, de jugadores. Y nunca, en estos últimos 14 años, el equipo malagueño había arrancado el curso con 11 derrotas en sus primeros 18 encuentros oficiales de la temporada. Hay que trasladarse hasta un lejanísimo 2003/04, cuando los verdes firmaron un registro de seis triunfos y 12 derrotas. Se trata, de hecho, del peor arranque, y con diferencia, de la «era Plaza» en sus cinco campañas aquí en Málaga.

Lo cierto es que el bajo nivel de baloncesto mostrado por el equipo, unido a un exigentísimo calendario con rivales de primerísimo nivel, han moldeado a un Unicaja incapaz de sumar buenas rachas. Desde que arrancó la temporada ha disputado ya 18 encuentros oficiales: 1 de Supercopa (perdido con Valencia), 9 de Liga Endesa (4-5) y otros 8 de Euroliga (3-5). O sea, un bagaje de 7 victorias y 11 derrotas. Eso significa que el porcentaje de triunfos es de un paupérrimo 38%. El Unicaja necesita jugar 10 partidos para no llegar ni a ganar cuatro.

Se trata del peor inicio de campaña en la era de Joan Plaza en el banquillo del Unicaja. En sus primeros 18 encuentros oficiales en sus cuatro anteriores años en Málaga el equipo firmaba registros mucho más positivos: 11-7 el pasado curso y el anterior, 13-5 en su segunda temporada y de nuevo 11-7 en el año de su debut en el banquillo verde, en 2013/14.

El equipo está acusando el estrés provocado por el calendario, ya que ha jugado en poco más de mes y medio la misma cantidad de encuentros que en más de dos meses en otras temporadas. La Euroliga implica un exigente ritmo de partidos, y eso que el calendario no ha sido el peor para el Unicaja, como tampoco la acumulación de viajes. De hecho, por el Carpena han pasado ya Zalgiris, Estrella Roja o Bamberg, en Euroliga; y Betis y Burgos, los dos colistas de la ACB. Además, en las dobles jornadas de Euroliga, la expedición verde no ha tenido que recorrer miles de kilómetros. En la primera experiencia, tras jugar un miércoles en Málaga contra el Brose hubo que viajar el día siguiente a Valencia, el traslado más cercano de los 15 que ha de hacer en Euroliga. Pero es que en la segunda tanda de partidos, tras recibir al Zalgiris, luego fue a Madrid, en el segundo viaje menos molesto de la competición europea.

La excelente preparación física del equipo y los cuidados y prevenciones efectuadas por los fisios y los servicios médicos han hecho que no se haya producido ni una sola lesión muscular. Se pueden contar las bajas del equipo en estos 18 encuentros con los dedos de una mano. Nemanja Nedovic se ha perdido tres por un golpe en el hombro. Y otro más por una contusión en la rodilla. Al igual que le ocurrió a Dani Díez, que por otro traumatismo en el hombro dejó de jugar un par de encuentros. Augustine tuvo una gastroenteritis y Brooks sufrió un proceso gripal. Es decir, que nada de lesiones importantes, por suerte.

La nueva fisionomía de la plantilla requiere de trabajo y tiempo, y hay menos espacio para entrenar con tantos partidos. Pero la competición no para y los números, que son los que mandan, son los que son. No eran tan malos desde hace ya 15 temporadas. Ni en la época de Jasmin Repesa (12-6) ni en la de Chus Mateo (11-7) ni en la de Aíto (11-7, 9-9 y 14-4) ni en los cuatro primeros años de Scariolo (10-8, 8-10, 10-8 y 8-10).

Hay que remontarse al curso 2002/03, el del gran cambio. Bozidar Maljkovic dejó al Unicaja instalado en la Euroliga, con su primer título (Copa Korac 2001), y cogió su testigo su ayudante, Paco Alonso. El equipo no respondió a las expectativas y el zamorano puso su cargo a disposición del consejo, que aceptó su marcha. Chechu Mulero tomó las riendas mientras se buscaba coach. Scariolo aceptó el cargo y cuando el Unicaja completó su partido 18 del curso llevaba ya un récord negativo de 6-12. Peor que el de ahora. Hay tiempo para recomponer y relanzar el curso.