La luchada derrota del Unicaja el pasado viernes en el Martín Carpena ante el CSKA Moscú provocó la quinta consecutiva del curso para el equipo. El conjunto de Joan Plaza recuperó su mejor nivel en la visita del poderoso cuadro ruso, pero eso no fue suficiente para ganar el encuentro. Lo peleó hasta los últimos minutos, pero la derrota se quedó en Málaga (80-89). La quinta consecutiva ya en el curso. Era previsible, inmerso en una Euroliga tan complicada y exigente, alternar buenas y malas rachas, combinar triunfos y derrotas. El problema es que el equipo malagueño ya lleva cinco tropiezos consecutivos, que son muchos.

La mala racha arrancó en San Sebastián ante el humilde Gipuzkoa, contra el que se cayó por 71-63. Luego el plantel verde se midió al Zalgiris, en Euroliga, en otro partido, al igual que el de la ACB, que había que ganar sí o sí. Y se perdió por 83-85. Era la segunda derrota inesperada. Después, el Unicaja cayó en la pista del Real Madrid (89-57) e hizo lo propio en la del Morabanc Andorra: 66-60. Ante el CSKA llegó la quinta.

El Unicaja no perdía cinco partidos seguidos desde hace casi dos años. El pasado curso no ocurrió algo semejante. Y hace dos sí que se produjo una vez. De hecho, el Unicaja se pasó todo un mes si ganar. Los hombres de Plaza comenzaron esa mala racha en la pista del Fenerbahce, dentro del Top 16 de la Euroliga, al caer por 80-59. Era un 11 de febrero de 2016. En la visita al Fuenlabrada volvieron a tropezar: 89-79. Al igual que en la pista del Darussafaka: 78-55. De vuelta al Martín Carpena, el Unicaja estaba muy tocado, y cayó consecutivamente ante UCAM Murcia (79-90) y Panathinaikos (58-76).

Es más, la racha llegó a durar seis partidos, ya que también se perdió en la pista del FC Barcelona: 83-77. Hubo que esperar hasta el 10 de marzo, casi un mes después de la última victoria, para volver a ganar. Fue al Cedevita: 78-91.