El Martín Carpena vuelve a recuperar los buenos hábitos. El regreso a la Euroliga ha calado entre los aficionados verdes. La sociedad malagueña respaldó este verano el buen trabajo del club y renovó o adquirió el carnet para este curso, llegando a los 8.000 abonados. Y el Carpena registra de nuevo aforos comparables a los del principio de esta década, con casi 8.000 espectadores por encuentro en el Palacio.

Los nueve encuentros que ha disputado el conjunto malagueño en su pista han atraído a un promedio de 7.902 aficionados. Se trata de una cifra realmente positiva, porque los promedios de asistencia de las últimas cinco temporadas están lejos de esas cantidades. El pasado año, sin ir más lejos, habían acudido al Carpena a ver al Unicaja en los nueve primeros choques un promedio de 5.761 personas. Casi la mitad del aforo vacío. Es decir, ahora hay más de 2.000 personas en el Palacio. Una subida del 28%.

El ascenso es realmente notable. La Eurocup sólo llegó a enganchar el pasado curso cuando el equipo entró en los play off. Pero la fase regular fue muy pobre. Al Unicaja-Buducnost sólo acudieron, por ejemplo, 4.156 personas. Esta campaña, sin embargo, la peor entrada fue, curiosamente, la del debut en casa. Al Unicaja-Burgos sólo acudieron 6.515 hinchas. Las mejores, por contra, se registraron ante el Baskonia (8.398) y Fenerbahce (8.267).

Las excusas de los horarios y los días de partido han pasado a mejor vida durante esta campaña 2017/18, en la que, además, tampoco están acompañando los resultados. Pero es que cuando hay ganas de baloncesto todo lo demás no importa. De los nueve encuentros de casa, el Unicaja sólo ha ganado cinco y ha perdido la friolera de cuatro. Un bagaje realmente negativo en casa. Y eso que los abonados del cuadro malagueño tienen un importante «cacao» de días y horarios. En sólo nueve partidos, el Unicaja ya ha pasado por el Palacio en seis de los siete días de la semana. Menos en lunes, el cuadro de Joan Plaza ya ha jugado en todos los días de la semana. Lo ha hecho un martes (Zalgiris), un miércoles (Brose), dos jueves (Burgos y Fenerbahce), dos viernes (Estrella Roja y CSKA Moscú), un sábado (Real Betis Energía Plus) y un domingo (Baskonia). Pero tampoco esto ha sido óbice para acudir a animar a los verdes.

Las cifras de asistencias son realmente positivas. Hace dos años, sin ir más lejos, el promedio en estos nueve primeros encuentros fue de 7.271 personas, lejos de los actuales 7.902. Pero si profundizamos más y retrocedemos aún más nos daremos cuenta de la importancia de los datos de este año. El promedio de asistencia en todo el curso 2014/15 (contando play off, donde siempre se sube, y tras pasar por Málaga «grandes» como Real Madrid y Barça) fue de 7.141 aficionados. Esa misma estadística del curso anterior de 2012/13 baja a los 6.272. Y toca fondo en cuanto a la asistencia histórica del Unicaja en 2012/13 con tan sólo 5.870 de promedio.

Los años más duros ya han pasado. Al mal nivel del equipo (años sin Copa del Rey ni play off) se unieron la crisis económica y una apatía generalizada, transmitida desde la propia entidad, que ha ido cambiando. Unicaja Banco ha hecho este verano un gran esfuerzo para conformar la mejor plantilla posible, con una subida presupuestaria. El club vive una nueva etapa álgida tras la heroica conquista de la Eurocup. Y todo eso ha encontrado respuesta en la «marea verde». Casi 8.000 aficionados por encuentro son cifras de 2010, cuando el Carpena aún registraba lleno tras lleno. Y se jugaba en días y horarios de mayor sentido común. Ahora ha vuelto la fiebre del básket. Sólo falta que el equipo responda con triunfos y, como dicen por Los Guindos, que la pelotita entre.