Carlos Suárez ha publicado el jueves por la madrugada (ya en viernes), tras el partido ante el Khimki ruso, una foto en sus redes sociales con un llamativo collarín. El ala-pívot del Unicaja disputó pocos minutos en el encuentro ante los rusos, en el que el Unicaja logró una trabaja y merecida victoria tras disputar uno de los mejores partidos de la temporada, y que le ha hecho romper con una racha negativa de cinco derrotas en la máxima competición.

En la noche de fiesta vivida en el Martín Carpena, la única pega ha sido la lesión de Suárez, que ha pasado inadvertida pero que le ha obligado a tener un collarín. El jugador sufrió, en un lance del juego, un golpe con un jugador del equipo ruso. Sin embargo, no hubo ningún gesto llamativo. Suárez se pasó la segunda parte en el banquillo, con un buen trabajo de Brooks en pista. El madrileño sólo jugó 8:24 minutos, tiempo en el que anotó un triple, cogió un rebote, dio dos asistencias y firmó seis puntos de valoración.

Suárez, sin embargo, se marchó del Carpena con un fuerte golpe en la zona de las cervicales y mostró en sus redes sociales la imagen con un collarín puesto. El Unicaja ha informado este viernes a primera hora de la tarde de que Suárez sufre una contractura cervical que le impidió jugar en la segunda parte. "Hoy se encuentra mejor aunque no del todo recuperado por lo que va a viajar a Tenerife con el equipo y mañana se decidirá si puede participar en el encuentro ante el Iberostar Tenerife", dice el Unicaja en una nota.

Si está o no en condiciones de jugar con sus compañeros en Tenerife este sábado a las 19.00 horas lo sabremos horas antes del encuentro. El Unicaja juega uno de los partidos más importantes en lo que va de la temporada, ante el Iberostar en las islas afortunadas. El choque es vital para el Unicaja y sus opciones de disputar la Copa del Rey de Las Palmas. Suárez es duda para este encuentro y dependerá de su evolución y del dolor en la zona que pueda ayudar a sus compañeros.