Marbella ha reunido este martes, en el pabellón Carlos Cabezas, a tres de los integrantes de la etapa dorada del Unicaja. El actual seleccionador nacional y arquitecto de aquel equipo de ensueño, Sergio Scariolo, el base que da nombre además al pabellón municipal marbellí, Carlitos Cabezas, y el argentino Walter Herrmann, que al igual que el malagueño están en activo, se reunieron este martes al mediodía en la ciudad costasoleña para trabajar juntos y preparar los nuevos retos que van a afrontar en los próximos días.

Todo empezó la pasada semana. Herrmann está de vacaciones en Málaga y coincidieron en el restaurante "Yubá", uno de los sitios de moda de la gastronomía malagueña, del que Cabezas es copropietario. Los dos cenaron juntos y rememoraron aventuras pasadas con la camiseta del Unicaja. Se citaron para volver al trabajo este martes, tras la Nochevieja, y proseguir con el plan de entrenamientos que tienen asignados.

A pesar de que son dos veteranos, ambos siguen jugando de forma profesional. Carlos Cabezas (37 años), de hecho, acaba de proclamarse con el Guaros de Lara de Venezuela campeón de la Copa Sudamericana. Herrmann también está jugando al baloncesto en su país y ha militado recientemente en el Obras Sanitarias de Buenos Aires. El alero argentino (38 años) tiene también una propuesta para enrolarse con el Guaros de Lara, por lo que existe la posibilidad de que ambos puedan unir sus destinos. Cabezas tiene una opción para seguir allí, aunque dependerá de que no tenga alguna oferta más tentadora del baloncesto europeo.

Los dos coincidieron en el mejor Unicaja de la historia, con el que levantaron la Copa del Rey 2005 y el título de Liga ACB 2006. Herrmann no se quedó en 2007, cuando el Unicaja alcanzó la Final Four, ya que firmó un contrato en la NBA con los Charlotte Bobcats.

Entre Cabezas y Herrmann suman la friolera de 674 encuentros con la camiseta del Unicaja. Carlos es el segundo jugador con más partidos en la historia del club, con 505, mientras que Herrmann es el vigésimo tercero, con 169. Los dos mantienen buena relación tras jugar dos años juntos, y es que ambos vivieron muchísimas alegrías juntos y su paso por Málaga moldeó a Herrmann.

El argentino llegó a Málaga procedente de Fuenlabrada justo tras un verdadero drama familiar y aquí pudo rehacer su vida y jugó tres temporadas (de 2003/04 a 2005/06), con 21:11 de media y 9,6 puntos y 3,5 rebotes, con 9,4 de valoración.

Este martes, muchos años después, Cabezas y Hermmann aún siguen en activo, y tuvieron a un maestro de ceremonias inmejorable, Sergio Scariolo. El seleccionador nacional, afincado en Marbella, recibió con entusiasmo la invitación y participó con los dos esta mañana en una sesión de trabajo muy especial. No hay que olvidar la dura reconversión que tuvo que hacer Herrmann para moldearse a los sistemas de Scariolo y que el italiano se llevó luego a Cabezas al Khimki ruso, donde el base jugó una temporada y media.