El Unicaja ha perdido en el Zalgirio Arena (79-77), una de las pistas más complicadas de la Euroliga, pese a haber dominado tres cuartos del partido. Los malagueños, en un duelo muy ajustado, tuvieron incluso balón para ganar o forzar la prórroga, pero McCallum falló la última penetración gracias a la defensa de Ulanovas y no pudo sacar un triunfo que hubiera sido letal para el Top 8.

Y eso que los chicos de Joan Plaza salieron en Kaunas muy serios, con el mismo traje competitivo que le sienta como un guante en la máxima competición continental. En la primera parte dominó el duelo, acertó desde el exterior con Nedovic, Díez y Waczynski muy entonados e hizo sufrir a la caldera lituana.

Los de verde llegaron a tener una ventaja de +11, pero el Zalgiris, equipo aguerrido donde los haya, se agarró al partido y puso una marcha más en defensa amparados por unos árbitros que en ocasiones miraron para otro lado.

Se llegó al último cuarto con las espadas en todo lo alto y el Zalgiris consiguió una ventaja de siete puntos que parecía ya definitiva. Se marcó eliminado Pangos, el mejor jugador de los lituanos, pero apareció Jankunas. El Unicaja no dejó de creer en el triunfo y llegó a tener la prórroga en una acción que malogró McCallum tras ser taponado por Ulanovas. Sí, Ulanovas. El mismo que consiguió en el partido de la primera vuelta en el Carpena el triple final en la prórroga que le dio el triunfo a los bálticos.

Con esta derrota, el Unicaja se queda con siete triunfos y diez derrotas, a dos del Top 8. Toca seguir y la semana que viene viaja el miércoles a Milán y el viernes recibe al Real Madrid, todo eso después de ir jugar contra el Barça en ACB. Calendario de locos y exigente que va a medir de que pasta está hecho este Unicaja.