­16 de noviembre de 2017. Real Madrid-Unicaja. La Euroliga apenas ha dado sus primeros pasos. Y el Unicaja ya afronta sus primeras semanas con hasta tres partidos. El cuerpo técnico lleva todo el verano dándole vueltas a la planificación del curso. Cómo afrontar la temporada. Cómo repartir minutos, roles y cómo ir haciendo convocatorias. El equipo, además, está sufriendo. Había sido una mala semana. Con derrota en la pista del recién ascendido Delteco San Sebastián (71-63) y tropiezo en el Carpena ante el Zalgiris por 83-85. El curso no acaba de arrancar para los verdes, con 7 triunfos y 9 derrotas hasta llegar a la pista del Real Madrid.

Tras jugar el domingo en el País Vasco y el martes en Málaga contra el Zalgiris, el jueves tocaba el Madrid. Y de allí, a Andorra. Una racha de partidos durísima. Plaza no pudo contar con el lesionado Nedovic y decidió poner a su equipo en defensa zonal los 40 minutos, con un reparto de minutos extraño: Augustine (3:29), por ejemplo. Y el resultado (89-57) y las sensaciones fueron desoladoras. Para colmo, luego el Unicaja cayó en Andorra (66-60).

A la vuelta, con un balance de 7-10 en la temporada, el cuerpo técnico, con Joan Plaza a la cabeza, llegó a la conclusión que el equipo no sabía regularse. Que tenía que ir a tope en cada partido. Sin mirar si había tres choques o dos a la semana. Sin mirar rivales ni hacer cuentas del número de kilómetros que se viajan. Porque el Unicaja, con menos talento en ataque este año, debía competir al cien por cien en cada encuentro. De lo contrario, podía ocurrir lo que sucedió en Madrid o unas semanas antes en Valencia, con una paliza de las que duelen y escuecen mucho tiempo (91-53).

El Unicaja cambió el chip y ha sido un equipo, desde entonces, más sólido y mucho más fiable. El presente ha sido mucho más esperanzador. El equipo ha competido más y mejor. Cuando ha perdido, salvo el miércoles en Milán, ha sido siempre por la mínima, teniendo opciones de ganar hasta los segundos finales. Y su balance desde el partido de Madrid ha sido de 9 triunfos y 9 derrotas.

El «nuevo» Unicaja ha sido capaz de tomarle el pulso a la Liga Endesa, ascendiendo a la quinta plaza y garantizándose de forma virtual una plaza en la Copa del Rey. Y ha abandonado el último puesto de la Euroliga para asentarse en la décima plaza, rondando los puestos de Top 8. Y, más allá de los resultados, el Unicaja ha demostrado que puede competir y ganar a cualquiera. Sólo el cansancio o las lesiones pueden hacer variar una apuesta que está dando resultados.