Unicaja-Real Madrid. En los cuartos de final de la Copa del Rey. Así, de sopetón. El bombo copero de Las Palmas 2018 no fue bondadoso con el equipo malagueño, que se jugará, a las primeras de cambio, su continuidad en el torneo más bonito del deporte español en las islas afortunadas. El cruce tiene miga. Porque el Real Madrid era, con diferencia, el rival más complicado del bombo de cabezas de serie, integrado por el equipo blanco junto a Valencia, FC Barcelona y Montakit Fuenlabrada.

A priori, el enemigo a eludir era el Madrid de Pablo Laso, vigente campeón de la Copa y líder de la Liga Endesa con 16 triunfos en las 17 jornadas que ya se han disputado. El Madrid es hormigón armado, un rival ante el que hay que hacer las cosas a la perfección para tratar de ganarles en campo neutral. La eliminatoria de cuartos de final se jugará el jueves, 15 de febrero, retransmitido en directo a través de las cámaras de Movistar por #0 a las 21.30 horas.

La eliminatoria contra el Real Madrid no ha sido bien acogida dentro del club. Nada más hay que ver las primeras manifestaciones del secretario técnico del Unicaja, Carlos Jiménez, que dijo unos segundos después de ver el cartel de Real Madrid y Unicaja juntos: «Nos ha tocado el equipo más difícil, el actual campeón, pero jugaremos con ilusión», aseguró.

¿Miedo? Por supuesto que no. El pasado viernes, sin ir más lejos, el Unicaja le metió mano al todopoderoso equipo blanco en Euroliga. Claro que todo cambiará para el próximo 15 de febrero. El Unicaja no tendrá a 10.000 incondicionales detrás. El equipo sabe que parte como el rival más débil, lo que juega a su favor. Pero es que la Copa es la Copa y el Madrid es el gran foco que alumbra el torneo del KO, con su joven estrella Luka Doncic a la cabeza. Y se hace difícil pensar si quiera que ese gran imán baloncestístico, comercial y de masas se vuelva a Madrid a las primeras de cambio... ¿O no recuerdan lo que sucedió en Vitoria 2016 ante el Morabanc Andorra?

Lo positivo también es que el mal cuerpo que se le quedó a buena parte de la «marea verde» tras el emparejamiento con el Real Madrid también se le quedó, a buen seguro, al equipo blanco.

Al Madrid le podría haber tocado también el Baskonia, el Iberostar o el Herbalife Gran Canaria. Los tres, grandes equipos, por supuesto. Pero este Unicaja llega en un gran momento, está en buena línea, mejora día a día y, por ahora (toquen madera si la tienen cerca), las lesiones están pasando de largo de la enfermería del Unicaja.

El equipo malagueño ya sabe qué teclas debe pulsar para ganar al Real Madrid. Aunque los de Pablo Laso esperan recuperar efectivos de aquí a tres semanas, lo que dificultará aún más la empresa verde. «Creo que Llull no va a llegar a la Copa. Los q tienen algo de posibilidades son Ayón y Randolph», explicó Alberto Herreros. Este Madrid con un par de piezas más, no hablemos ya de Llull, será aún más competitivo y temible.

El sorteo deparó un cruce menos temible por la misma parte del cuadro del Unicaja. El ganador de este Unicaja-Madrid se enfrentaría el sábado 17 de febrero a las 19.00 horas al ganador de la eliminatoria entre el Valencia Basket y el Iberostar Tenerife. Los otros dos cruces que ha deparado el sorteo celebrado ayer en Las Palmas fueron Barcelona-Baskonia y Montakit Fuenlabrada-Herbalife Gran Canaria, que se jugarán el viernes, día 16 de febrero.

Las semifinales se disputarán el sábado día 17 a las 19.00 horas (la parte del cuadro del Unicaja) y a la segunda a las 21.30 horas, mientras que la gran final se jugará el domingo a las 18.30 horas.

La suerte ya está echada. El Unicaja, más que una Copa, tiene que beberse un «copazo» a las primeras de cambio para llegar a las semifinales. De aquí a 22 días se despejarán las dudas...