Joan Plaza ha hecho historia en esta Copa del Rey. El entrenador afronta su quinta temporada en el banquillo del Unicaja y el jueves ante el Real Madrid cumplió 301 partidos con el equipo malagueño, igualando a Sergio Scariolo como técnico con más encuentros en la historia del club. El próximo jueves, ante el Maccabi Tel Aviv en Euroliga, le superará. Se le prepara ya en el club su merecido reconocimiento a esta gesta que le hace entrar en los libros de oro de la entidad.

El catalán cumple contrato este próximo 30 de junio. Tras dos renovaciones desde que llegó, Plaza y el Unicaja finalizan su vinculación este verano. La postura del Unicaja es, por el momento, aplazar cualquier tipo de decisión sobre su continuidad hasta final de curso. Si Plaza seguirá entrenando al equipo el próximo año se sabrá a partir de junio o julio. Las negociaciones, si el club decide abrir esa vía, se iniciarán al final de temporada.

A día de hoy, la corriente mayoritaria en el seno de la entidad aboga por la continuidad del coach. Plaza lleva ya cinco años en Málaga, conoce a fondo la entidad y se le valora en el club. Es cierto, eso sí, que hay también diversas vías. No sólo ya en el club. También en Fundación Unicaja, que amasa más poder en la entidad. E incluso en Unicaja Banco.

Se antepone, a día de hoy, su continuidad. Pero todo eso se decidirá al final de curso, analizando lo que ocurra en la pista y con los resultados del equipo en la mano. Hace unas semanas hubo una comida del técnico con todo el consejo de administración del club. La relación es excelente y se aboga por su continuidad.

Pero esto es deporte y las cosas cambian. Sin ir más lejos, el Unicaja tenía en mente dar un cambio a su banquillo este pasado verano. Hubo algún ofrecimiento que gustó, como el de Txus Vidorreta. Y el periodo de Plaza se veía agotado. Pero el equipo ganó la Eurocup y se apostó por cumplir el año que tenía firmado. Ahora hay que esperar para estudiar el escenario de la próxima campaña. El Unicaja no sabe si continuará en la Euroliga o bajará a la Eurocup. Y tampoco hay un presupuesto cerrado para el próximo año, ya que la entidad financiera dio un fuerte estímulo económico para competir en Euroliga. Depende dónde juegue el equipo en 2018/19 se mantendrá ese importantísimo apoyo o se rebajará.

El técnico cajista pudo tener una toma de contacto con su agencia de representación en esta Copa del Rey. La Copa da comienzo de forma «oficiosa» al nuevo mercado para el próximo curso. Todos los agentes de importancia están estos días en Las Palmas. Y en Gran Canaria estuvo también el hombre fuerte de su agencia en España, Moisés Cohen, toda vez que Misko Raznatovic, el presidente de BeoBasket, no acudió a la isla. Con Cohen mantuvo una larga conversación el entrenador cajista.

A nadie se le escapa que Plaza ha estado en mercado los dos últimos veranos, en los que tenía contrato en Málaga, pero con una cláusula de salida. No se dio esa situación y el técnico continuó en Málaga en un año clave de Euroliga, donde sus mensajes están siendo los de un verdadero hombre de club. Las críticas más o menos veladas de otros años (representación del club, vuelos chárter?) forman parte del pasado.

El propio secretario técnico del club, Carlos Jiménez, también mantuvo una reunión durante la celebración de la Copa con Moisés Cohen. Es lo habitual en este escenario, donde están los mejores clubes, los mejores jugadores y también las agencias más poderosas. Y BeoBasket tiene en Málaga a una parte importante de la plantilla verde. Además de Joan Plaza, la agencia representa a clientes de la importancia de Nemanja Nedovic, Dragan Milosavljevic o Giorgi Shermadini.

El mercado de entrenadores, por lo que apuntan durante la Copa, puede estar «caliente» este verano. Salvo el del Real Madrid, que prorroga su confianza en Pablo Laso, los banquillos de los grandes están en suspense. El Barça parece condenado a entenderse con Saras Jasikevicius, la eliminación copera prematura puede condenar a Vidorreta en Valencia y Pedro Martínez también acaba en Baskonia. Los banquillos ACB van a dar mucho que hablar.