El Unicaja se cita hoy con la realidad y con sus aspiraciones de grandeza en la Euroliga. Al equipo malagueño le toca medir el ansiado y esperado «estirón», prometido hace un par de meses, que debe dar en Belgrado para meterse de forma definitiva en la pelea por el Top 8 de la Euroliga. La semana pasada le tomó el pulso al torneo derrotando al Maccabi Tel Aviv. Y hoy se puede colocar a una sola victoria del equipo macabeo con un triunfo en la terrorífica Sala Pionir, que no se llenará, del Estrella Roja. Un sueño que hace un mes se veía como un imposible y que ahora, gracias al buen trabajo del equipo y a su evidente progresión, tiene a tiro.

No es, evidentemente, tarea fácil derrotar al equipo serbio en Belgrado. Ellos, en casa, aupados por sus fieles y ruidosos seguidores, se ponen a 100. Así que hay que ser muy inteligentes porque, jugador por jugador, el Unicaja tiene más plantilla. Toca sufrir, aguantar los malos momentos, sobreponerse a sus rachas y sobrevivir, sea como sea. Siendo duros en defensa y teniendo las ideas claras en ataque.

Para la durísima batalla que hoy se avecina en el Pionir, Joan Plaza podrá contar con todo su equipo. Pero sin Nemanja Nedovic aunque con Gio Shermadini. Ayer al mediodía descartó al serbio por un fuerte catarro, luego «Nedo», que vuelve a su casa, se montó en el avión con la intención de jugar esta tarde-noche. Pero en la sesión de tiro de esta mañana ha quedado ya totalmente descartado. El pívot georgiano solventó con éxito su visita al hospital (donde se hizo una radiografía en el pie) y el control de pasaportes con la frontera serbia.

El Unicaja ha podido preparar a conciencia el encuentro. El equipo malagueño lleva ocho días sin jugar un partido. Precisamente, desde que le ganó en el Carpena al Maccabi el pasado jueves. Joan Plaza ha podido trabajar duro con sus hombres, preparar todo tipo de escenarios e incluso mirar de reojo la cita del domingo contra el Estudiantes en Madrid, ya de Liga Endesa.

El equipo, tras entrenarse en Los Guindos, voló en un chárter hasta Belgrado, con un pequeño grupo de aficionados. Hoy trabajará en la misma Sala Pionir, que no se llenará, sabiendo que un triunfo le colocará a solo una victoria del dueño de la octava plaza de la clasificación en la Euroliga. Y es que el Maccabi cayó ayer en su pista frente al CSKA (73-93) por lo que se queda a un «bocado» ya de los malagueños. Eso sí, delante también está el Baskonia, que venció al Khimki en Vitoria y que empata con los verdes en la tabla (ahora un triunfo más) con el average para los vascos.

El Estrella Roja está justo por detrás de los malagueños , aunque algo ya ajeno a la batalla por el Top 8. Los serbios pierden para el encuentro de hoy a Dangubic pero recuperan tras un par de semanas a Pero Antic. El encuentro de hoy será muy especial por el reencuentro del Unicaja con Alen Omic. El pívot que el pasado curso revolucionó el vestuario verde con su buen rollo se ha mudado este curso a Belgrado, haciendo escala en Jerusalén.

Omic será hoy uno de los obstáculos a salvar, pero no el último. Por dentro es el francés Lessort el que verdaderamente da miedo, gracias a su gran entendimiento en el pick and roll con el base americano Rochestie. Y por fuera, cualquiera te puede armar un lío, con especial atención a Feldeine.

No es éste un partido más. No es un encuentro cualquiera. Jugar en Serbia y en el Pionir es muy excitante. Y luchar con el Estrella Roja por mordisquear el Top 8 es un reto mayúsculo. Veremos de qué piel está forjado este Unicaja.