Mucho que ganar y poco que perder. El Unicaja a Málaga tras dos encuentros a domicilio, con una oportunidad única de ganar a uno de los grandes del baloncesto europeo, sin los agobios clasificatorios que tenía otras semanas, pero mirando aún de reojo al Top 8 tras la derrota del Maccabi en casa. Es un escenario idílico para jugar a divertirse, sin presión y con una gran entrada en el Palacio de los Deportes. Los malagueños quieren seguir sumando en Euroliga. Demostrar que la entidad pertenece a este selecto club. Y, de paso, echar más euros a la caja fuerte de Los Guindos.

Habrá ambientazo hoy en el Palacio, el de las grandes ocasiones. Estará casi llena la pista malagueña. No tendrá Joan Plaza a todos sus efectivos, porque Giorgi Shermadini es baja al menos otro mes y medio más. Y su recambio aún no ha llegado a Málaga. Se le espera, pero sigue sin aparecer por el aeropuerto. Mientras tanto, Viny Okouo ocupa su puesto en la rotación. Lo hizo muy bien contra el Delteco Gipuzkoa. Pero claro, los pívots del club vasco no son los que tendrá hoy delante.

Los verdes deben cambiar su forma de juego. Shermadini mediatizaba el ataque del equipo. El georgiano es uno de los pilares verdes. Y ahora no existe esa referencia interior. A cambio, el Unicaja gana en velocidad. Tiene la posibilidad de correr más, de abrir más el campo.

El partido será muy bonito. Porque el Unicaja se juega, además de su honor, mantener vivo ese hilo minúsculo que le permite tener opciones de disputar el play off con los ocho mejores de la mejor competición del Viejo Continente. Los resultados de esta jornada arrojaron una derrota del Maccabi en su pista. El Baskonia es ahora el octavo, con tres victorias más (a falta del partido de hoy del Unicaja) y con el average para los vascos. Por cierto, que el Unicaja arranca el viernes undécimo, tras el triunfo ayer del Estrella Roja (décimo).

El Panathinaikos presenta las bajas de dos de sus exteriores más importantes, el americano con pasaporte griego Matt Lojeski y el heleno Nikos Pappas. Pero Xavi Pascual tiene muchos recursos. Su último «juguetito» es Mike James. Recién aterrizado de la NBA, tras jugar en Phoenix Suns y New Orleans Pelicans, el estadounidense acumula en los tres partidos que lleva ya en Euroliga en 27:21 minutos, 14,3 puntos, 2,3 rebotes y 4 asistencias, con 13,3 de valoración. El PAO aspira aún a ser cabeza de serie. El Real Madrid es cuarto con 16-10, mientras que el Khimki sube con 15-11, como el Zalgiris, que ya es sexto tras caer en Vitoria. El Panathinaikos es séptimo con un registro de 14-11, con lo que puede haber triple empate. Los griegos aún aspiran a esa cuarta posición que les daría el factor pista en el play off a cinco partidos del Top 8.