Extra pass. Suena bien. Esta es una de esas palabras que adoptamos del baloncesto americano y que no gusta traducirlas. Así suena bien. Extra pass. Pero es que además no necesita traducción. Todos comprendemos su significado aunque no tengamos ni idea de inglés. O no te guste el baloncesto. Pase extra no suena tan bonito, por eso me quedo con el anglicismo.

Pero lo que más me gusta es el significado de esa palabra propia del baloncesto. Buscar a través del pase al jugador que está completamente solo para que sea el que tire a canasta. Preciosa definición para los románticos del baloncesto que nos lleva directos a usar un verbo que también gusta. Compartir. En este caso, compartir el balón entre todos los jugadores con el objetivo de anotar.

Hablamos de crear una ventaja en ataque y de mantener esa ventaja a través del pase hasta encontrar al jugador mejor colocado para que él sea quien asuma la responsabilidad de tirar. A veces no es una responsabilidad, porque encuentras con esos pases a un jugador solo muy cerca del aro que solo tiene que poner la pelota en el aro. Esa ventaja se puede crear a través del uno contra uno exterior; con una situación de bloqueo indirecto que le da cierta ventaja al jugador que el equipo busca liberar; desde el poste bajo; o mediante el pick and roll tan usado por todos los equipos (el mío también, por supuesto).

Una vez creada esa ventaja, ahora los jugadores deben leer la respuesta defensiva del rival para eliminar esa ventaja. Esto se consigue si juegas con la cabeza arriba viendo qué sucede. Es posible que esa respuesta defensiva implique rotaciones. La lectura a la que deben llegar los jugadores es determinar cómo castigar esas rotaciones defensivas en la búsqueda del hombre libre, que será quien tire a canasta. Esto se consigue a través del pase. En muchas ocasiones es necesario usar varios pases entre varios jugadores para lograr que el balón le llegue al jugador libre. Puede darse el caso de que el balón empiece en un lado de la cancha y acabe en el lado contrario. O que vuelva otra vez al mismo lado del que comenzó la ventaja. Y todo ello a través del pase. Pensad que al baloncesto juegan cinco jugadores a la vez, y que cuando mantenemos la ventaja a través del pase es normal que necesitemos usar este fundamento tres, cuatro o cinco veces. Por ello es muy fácil que participen tres, cuatro o los cinto jugadores que están en la cancha para lograr encontrar al hombre libre. Máxima participación. Además, el hecho de que sólo se tengan veinticuatro segundos para anotar implica necesariamente que esos extra pass con los que mantenemos la ventaja deben hacerse a una gran velocidad, haciendo el juego mucho más vistoso.

Todo ello implica que en nuestro juego de ataque debe estar desterrado el egoísmo. No trabajas para ti, no buscas tu protagonismo. Trabajas para el equipo, juegas en equipo. ¿Qué más puedes pedir? No existe el egoísmo y compartes el balón. Pues sí, todavía nos queda hablar de un detalle. La asistencia. Tu compañero va a anotar gracias a tu pase. Y al trabajo de todo el equipo. Cuando miras la estadística final de un partido y ves que un equipo sumó muchas asistencias, es síntoma de que ese equipo comparte el balón y que sabe jugar con extra pass en ataque. La felicidad es total. Quien mete la canasta es feliz. Quien da la asistencia es también feliz. Todo el equipo es feliz porque todos los jugadores participaron en esa jugada que acabó en canasta. Están felices aunque al final el tiro se falle porque fue una jugada en equipo.

El extra pass es mucho más que una palabra, más que una acción. Es una filosofía de juego que necesita explotar un fundamento que se trabaja poco pero que es muy importante. El pase. San Antonio Spurs de Popovich, Golden State Warriors de Kerr, CSKA de Itoudis o Baskonia de Pedro Martínez son ejemplos de esta filosofía de juego. Son equipos que pasan muy bien.

Hagamos que nuestros jugadores sean egoístas para coger rebotes, recuperar balones o ser el más rápido del partido en correr la cancha. Pero hagámoslo disfrutar del extra pass para que compartir el balón, leer la defensa y jugar en equipo se conviertan en una necesidad.