La finalización del Unicaja del Martín Carpena, ya que hubo algo más que palabras entre el director deportivo del Unicaja, Carlos Jiménez, y el entrenador del equipo andorrano, Joan Peñarroya. Los ánimos de lado visitantes estaban muy caldeados por un par de decisiones arbitrales. La falta antideportiva que el trío arbitral señaló a Colton Iverson y, especialmente, la falta en ataque del base Andrew Albicy disgustaron muchísimo a los andorranos, que tampoco vieron la falta final de Moussa Diagné a McCallum que llevó al base al tiro libre y a ganar el partido.

Al acabar el encuentro, tanto Joan Peñarroya, como el propio Diagné entraron por el túnel de vestuarios dando gritos. El pívot, en pleno enfado, dio un manotazo al techo y rompió una de las planchas del interior del vestuario, de un material similar al corcho. En esa misma zona estaba Carlos Jiménez, que afeó el gesto de Diagné y le pidió un comportamiento más cívico al jugador. Esto no gustó a Peñarroya, que se dirigió a Jiménez en un tono elevado. Algo de lo que dijo, y que no ha trascendido, no gustó al director deportivo, un tipo siempre tranquilo, que hizo que ambos se encarasen. Es más, varios jugadores y miembros del cuerpo técnico, incluido Joan Plaza, tuvieron que separar a ambos, ya que el tema iba a mayores.

El asunto no fue a mayores e incluso Francesc Solana, exjugador y ahora director deportivo del club del Principado, disculpó el rifirrafe y los desperfectos causados en el interior del Carpena.