El entrenador del Morabanc Andorra, Joan Peñarroya, atacó este miércoles muy duramente a Joan Plaza, técnico del Unicaja, por las declaraciones del preparador cajista a la conclusión del encuentro que el pasado sábado disputaron los dos equipos en el Martín Carpena y que se resolvió en la recta final.

Tras el encuentro hubo un incidente en el túnel de vestuarios, ya que Carlos Jiménez afeó al pívot Diagné que rompiera una de las placas del techo de un golpe. Esto hizo que Peñarroya y Jiménez tuvieran un cara a cara y algo más que palabras.

Posteriormente, en rueda de prensa, Joan Plaza habló del incidente que había ocurrido y lo destapó a la luz pública. "Han ido rompiendo techos. No hice ningún número cuando perdimos allí. Fuera de casa no rompo cosas ni gesticulo. Pregúntate por qué te remontan 20 puntos. Hay entrenadores que hacen diez faltas para que te piten una o dos. Ellos estaban protestando desde el inicio, no sólo Joan sino muchos jugadores. Eso ha provocado una tensión grande que no hemos sabido jugar hasta mediados la segunda parte", dijo tras el partido.

Peñarroya habló hoy y la prensa de Andorra le cuestionó por lo que había sucedido después del encuentro. El técnico no tuvo pelos en la lengua, dijo que a Plaza le "tocaba vender esa moto" y dijo que su comportamiento "define bien a la persona". "Lo que ha pasado, o las declaraciones de después, no me gustan por una persona. Es evidente que es un partido que se nos escapa, que nos provoca una frustración y una rabia en el momento de acabar el partido pues que hace que lleguen dos momentos puntuales en los que no actuamos bien. Pedí disculpas inmediatamente. Pedimos disculpas posteriormente. Volvimos a pedir disculpas posteriormente, porque la reacción que ha sido muy puntual y una cosa que no diría habitual, pero que acostumbra a pasar, y que de aquí no pasa. Y no es algo habitual darle un par de golpes a un plafón y ya está, ¿vale? Que está mal hecho", comenzó Peñarroya, que habló en catalán.

"A partir de aquí, lo que tengo muy claro. Tengo 49 años y llevo entrenando y he tenido una carrera profesional como jugador. Y lo primero que me han enseñado es que cuando vas a jugar un partido, cuando entras a un pabellón, lo que pasa queda entre los profesionales. Y pasaron cosas... desde el propio entrenador. Lo que no se me ocurría nunca es dar una rueda de prensa y decir de un colega, o no colega, qué es lo que tiene que hacer o debería hacer o lo que le debería preocupar o vender la moto que toque en aquel momento. Yo creo que estas dos cosas son sagradas y definen bien a la persona", finalizó.