Desde la playa El Padrón, próxima a Estepona, se veían llegar los primeros yates, pequeñas gotas de color blanco perla que pintaban el Mediterráneo. Mientras, en primera línea de mar, se calentaba el fuego para preparar los 35 corderos que degustarían en las siguientes horas los más de 500 invitados de origen árabe que iban a pasar el día a Purobeach. Una gran fiesta de preboda a puerta cerrada con staff incluido en la que no faltó ni el más mínimo detalle. Pocas veces se ha cerrado este beach club para un evento privado por el día, su coste es desorbitado y solo unos privilegiados podrían permitírselo.

Las excentricidades más inimaginables que cualquier mortal de clase media puede pensar suceden a tan solo unos kilómetros de nosotros. Son los sofisticados beach club de Marbella, una realidad paralela en la que las botellas de Don Periñón y las langostas se piden a mediodía con la misma ligereza que las cañas del bar de abajo. Son auténticos paraísos construidos en medio de una Marbella, que lucha para que su nombre se aleje de los titulares con la palabra corrupción. Ofrecen una forma de vida y ocio que disiente del entender de muchos pero a la que cualquiera se acomodaría en el tiempo que tarde en disponer de una hamaca con un cóctel para rozar el edén con el paladar.

Todo está medido. Desde el hilo musical y los dj que amenizan las jornadas, hasta la carta con toques orientales y productos de la tierra que preparan auténticos especialistas. La plantilla, con exquisito trato y modales para tratar a la realeza, está preparada para cumplir cualquier deseo. "Una vez un cliente invitó a su coche a un evento porque le caía bien. Era un Bentley que podría costar medio millón de euros", resume un directivo de uno de los establecimientos.

La temporada alta ya ha comenzado. Extranjeros de todo el mundo vienen a pasar sus vacaciones de ensueño a la Costa del Sol y estos establecimientos se convierten en el lugar ideal donde relajarse y gastar sin piedad. Clientes de clase media alta que se entremezclan con algunos de los rostros más internacionales del panorama musical, cine, televisión, deporte o moda. Los ingleses son a los que más le gusta visitar este tipo de lugares pero no los únicos; los visitantes del centro y norte de Europa también pasan los veranos postrados en camas balinesas de cientos de euros. Eso sin contar a los árabes, que comienzan a dejarse ver al culminar el Ramadán.

Entre Marbella y Estepona están los seis beach clubs más lujosos de la zona. Algunos son conocidos por sus fiestas y el despilfarro con total descaro con baño de botellas de 2.000 euros incluidos. Otros en cambio se deben a su anonimato; la tranquilidad y la discreción no tienen precio para muchos. Nikki Beach, Trocadero, Ocean Club, Purobeach, Beach Club Del Mar (hotel Puente Romano) y Estrella del Mar (Vincci Selección) serán los seis escenarios en los que se hagan tangibles las mayores extravagancias. Sin embargo, no todo son botellas que descorchar y que oscilan los 6.000 euros. Muchos ofrecen opciones económicas para que nadie se quede sin disfrutar de esta experiencia y con unos 60 euros se puede disfrutar de este entorno. Te contamos cuáles son:

Purobeach

Con estética balinesa y unas vistas que dejan entrever África, Purobeach se ha consagrado en este último lustro como uno de los sitios por excelencia para aquellos que buscan relax y un trato excelente. El día comienza con un hilo musical propio del Tíbet y cambia de registro conforme avanza la jornada. La música genera una atmósfera de comodidad que refuerza la plantilla y hace sentir al visitante que está en un paraíso.

Presumen de ser de los pocos establecimientos que ofrecen punto de fondeo para que sus clientes no tengan problema en venir por mar. Facilitan sus servicios hasta los yates y barcos que se acercan al lugar y lo que el cliente pida se hace realidad.

Ingleses, noruegos, finlandeses, suecos. Los hay también llegados de Bélgica y Holanda y, cómo no, los veraneantes fieles a la tierra de Arabia Saudí. La clientela internacional es la que copa el día a día de este lugar pensado para pasar un día de ensueño. No hay tope para gastar, el límite lo pone el cliente.

Beach Club del Mar

Ubicado en el prestigioso hotel Puente Romano, el Beach Club Del Mar es uno de los últimos establecimientos que se ha sumado a esta selecta lista pero no ha tardado en convertirse en uno de los rincones favoritos de los que buscan pasar desapercibidos. No dan nombres porque ahí reside su valor pero en el último mes han pasado por sus instalaciones actores internacionales o algún que otro ángel de Victoria´s Secret.

Carne, pescado y las delicatessen del mar llenan sus cartas y ahora cuentan con un nuevo rincón; "El patio de Dani García", del afamado chef malagueño. Aun así, las pizzas, sandwiches y ensaladas también tienen cabida. Hay de todo para todos.

Trocadero Playa

Comer bien o darse lo que se conoce como un homenaje es lo que buscan aquellos que acuden a Trocadero. Se divide en dos espacios: Trocadero Playa, que abrió sus puertas hace dos décadas, y Trocadero Arena, con una estética africana, que arrancó su andadura hace 10 o 12 años.

En el Playa hay un ambiente que se identifica más con los chiringuitos de playa, un lugar donde no faltan carnes, arroces, pescados ... Ahora cuenta con un nuevo anexo; Trocadero Petit, pensado para aquellos que buscan una comida más rápida.

Entre piel, madera y plantas se alza Trocadero Arena, un lugar que cobra importancia en invierno al estar preparado para ello. La formalidad de este espacio la rompe Trocadero Japo Sound, un ala nueva especializada en comida japonesa.

Estrella del Mar

Ubicado en el hotel Vincci Selección Estrella de Mar 5*, comenzaron con el proyecto de beach club en 2011 y desde entonces no han parado de ampliar sus servicios. A su día a día habitual entre hamacas, balinesas y piscina infinity se unen multitud de servicios de los que puede disfrutar el cliente en un mismo espacio. Está la denominada zona wellness (circuito de spa y actividades variadas como yoga o aquagym), un área dedicada a los tratamientos de belleza o la zona náutica y demás actividades en el medio marino. También ofrecen la posibilidad de ser socios con suculentas ventajas.

La gastronomía es otro de sus fuertes. Cuentan con propuestas para todos: desde un combo de 49 euros hasta lo que uno quiera gastar. La bebida siempre es lo que engrosa la cuenta.

Ocean Club

Nació hace ocho años para convertirse en una marca mundial dentro del mundo del entretenimiento y lo han logrado. De finales de abril a septiembre, Ocean Club es uno de los lugares más sonados para pasar el día. Ashley Cole, el grupo One Direction o el futbolista Sergio Ramos, por citar algunos nombres, son algunos de los rostros conocidos que se han dejado ver.

La jornada comienza con los cócteles, que se renuevan cada año, le sigue una comida con base mediterránea y toques asiáticos, sin dejar de lado los platos de la tierra, y continúa con una carta de champagnes entre los que elegir.

Nikki Beach

Su nombre ha dado la vuelta al mundo y no es para menos. La fiesta por excelencia se disfruta en este paraíso de color naranja. Un lugar al que acuden cientos de visitantes cada año y en el que se han dejado ver algunas de las cara más conocidas de diversos sectores.