El rincón favorito de este cineasta malagueño es el mirador del Monte de Gibralfaro, un lugar precioso, donde se puede mirar a Málaga "cara a cara", no solamente a la ciudad, sino también al mar.

A pesar de ser un sitio típico, a Enrique García le reconforma mirar a Málaga desde ahí y le trae muy buenos recuerdos. En 2001, el director de cine tuvo la suerte de poder rodar un cortometraje desde el mirador y le hizo mucha ilusión.