Para el director del Centro del 27 su rincón favorito de la ciudad es la playa de La Caleta de Vélez. Es una recoleta playa que no está muy concurrida, con casitas de pescadores, sin demasiado cemento (apenas unos cuantos edificios desperdigados), con un paseo marítimo nada ostentoso que termina en un pequeño puerto.

"Se respira allí honda calma, como si el tiempo se detuviera" expresa. "Nada como contemplar el atardecer en la bahía y esperar que las luces de la pequeña dársena se enciendan y fosforezcan sobre el mar ya oscuro", sentencia.