Dos plantas y un jardín con piscina hacen de esta casa de Vigo el hogar soñado en la ciudad. La gama de grises aporta elegancia, y materiales como la madera acrecientan la calidez que se respira en todas las estancias.

Cuando los propietarios adquirieron esta casa en Vigo tenían claro que querían disfrutarla todo el año, y especialmente el jardín, convertido con su porche en un cálido espacio donde tomar el sol, leer o disfrutar de la compañía de familia y amigos. En el interior, materias envolventes como la madera y colores elegantes en los que prima la paleta de gris logran una armonía general que se acrecienta por la gran luminosidad de esta vivienda de dos plantas. El equipo del estudio de interiorismo de Charo Vicente ha cuidado el diseño y la elección de materiales para crear un hogar confortable y atemporal en el que sentirse siempre a gusto.

En el salón-comedor las tonalidades grises –del más claro al más oscuro y aterciopelado– se fusionan con la madera. Las cortinas juegan con rayas horizontales anchas de lino en los mismos tonos, y en la zona de televisión destaca el panel en sicomoro natural y gris, las alfombras de nudo manual y sofás en terciopelo. En el comedor la nobleza de la madera reafirma la personalidad de una casa en la que el jardín comunica directamente con el salón, convirtiéndolo en una estancia más del hogar.

La alcoba principal está concebida para el descanso, que se consigue a través de una decoración serena y armoniosa, con tonos neutros suaves y blancos. Para las más jóvenes, las interioristas han diseñado un dormitorio malva y otro en el que predomina el rosa, con muebles lacados en blanco y colchas de algodón estampado. La zona superior acoge un estudio abuhardillado lleno de calidez por su techo de madera y su zona de estar, con una gran rinconera hecha a medida que combina piel con asientos de telas texturadas de algodón.