La incorporación de sencillas prácticas en los hábitos diarios se puede traducir en importantes ahorros en la factura de la calefacción y en la reducción de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. La eficiencia energética resulta fundamental en este ámbito, ya que prácticamente la mitad de la energía que gastan las familias españolas se emplea para climatizar la vivienda.

El primer paso para que esta horro sea efectivo consiste en revisar la factura contratada, estudiar las condiciones de las ofertas existentes en el mercado y optar por aquella que mejor se ajuste a las necesidades que se quieran cubrir.

Desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomiendan disponer de un sistema de regulación que adapte la temperatura del hogar a las necesidades de sus habitantes, ya que no son constantes ni a lo largo del día, y además, hay espacios como la cocina que tienen sus propias fuentes de calor y requieren menos calefacción. En el mercado hay dispositivos que regulan la temperatura y establecen la hora a la que se debe activar, lo que supondrá un ahorro del 30% en la calefacción.

La temperatura ideal en una vivienda es de 20ºC. Por encima de esta medida, el consumo aumenta entre un 6 y un 9% y por cada grado de menos se reduce la factura entre un 5 y un 10%, además de evitar hasta 300 kg. de emisiones de CO2 por hogar y año. Por la noche en los dormitorios basta con una temperatura entre 15 y 19ºC para sentirse cómodo.

Un buen aislamiento de la casa es primordial. Según datos de Greenpeace, el ahorro en calefacción en una vivienda bien aislada puede llegar al 40%. La colocación de doble ventanal y la mejora de los aislamientos murales son cuestiones básicas en las edificaciones.

En el caso de las ventanas, entre el 25 y el 30% de nuestras necesidades de calefacción se deben a las pérdidas de calor que se originan en ellas. Los sistemas de doble cristal reducen prácticamente a la mitad esa pérdida de calor con respecto al aislamiento sencillo, y además disminuyen las corrientes de aire, la condensación y la formación de escarcha. En cuanto al tipo de carpintería, se pueden destacar aquellas denominadas con rotura de puente térmico, que contiene material aislante entre la parte interna y externa del marco.

Para ahorrar energía, también es aconsejable revisar el sistema de calefacción antes de que empiecen los meses fríos, ya que un adecuado mantenimiento de la caldera puede implicar un ahorro de hasta el 15%. Asimismo, hay que revisar las unidades terminales y, si es el caso, purgar los radiadores ya que la presencia de burbujas de aire en el circuito dificulta la transmisión de calor desde el agua caliente al exterior.

Otros consejos para la reducción del consumo pasan por aprovechar al máximo la luz natural con paredes claras, abriendo las persianas y corriendo las cortinas durante el día; apagar la calefacción por la noche y adecuar el tamaño de los radiadores a las distintas estancias de la casa.

En el sector eléctrico, el usuario puede plantearse trasladar parte del consumo a ciertas horas del día para aprovechar las ventajas de la tarifa de discriminación horaria.

No cubrir los radiadores ni colocar objetos al lado, cerrar persianas y cortinas por la noche para evitar pérdidas de calor son otros pequeños hábitos que nos permitirán ahorrar.