El invierno es una de la temporadas más duras del año, puesto que las frías temperaturas hacen que nos cobijemos mucho más que durante otras estaciones en el interior del hogar.

Para ello, adaptamos el hogar a nuestras necesidades de confort para resistir este difícil período. Lo hacemos mediante sencillas acciones como: cambiar la ropa de cama, sacar las alfombras del armario, poner a punto la chimenea, arreglar el vestidor para la espesa ropa de invierno.

Existen múltiples opciones, desde detalles, como llevar puestos unos calcetines bien calentitos, hasta instalaciones como el parquet. También hay que tener en cuenta los biombos, cristaleras o muros de obra que nos permiten ganar espacio en habitaciones pequeñas y hacerlas más confortables.

Otra excelente opción son las alfombras, y como no, de las chimeneas, que cumplen dos funciones, aportarnos calor y decorar nuestro hogar.