Es todavía un país tradicional, pero la producción cultural contemporánea de Corea del Sur, conocida como 'hallyu' o 'korean wave', ya influye en todo el mundo. Del boom de la decimoquinta economía mundial participan empresas como la naviera Daeyang Shipping, que ha creado una colección de arte que abarca desde piezas coreanas antiguas hasta obras de vanguardia.

Para albergarla necesitaba un espacio que compartiría con la nueva casa de su presidente, Y.K. Chung. El lugar elegido está en un barrio residencial tradicionalmente ocupado por diplomáticos y políticos locales.

El arquitecto norteamericano Steven Holl, con despacho en Nueva York y Pekín, es el responsable de esta original casa y a la vez galería privada situada en las colinas del distrito de Kangbuk, al norte de Seúl.

Steven Holl explica el proyecto como una investigación sobre "la arquitectura de la música". La geometría del edificio se inspira en la 'Sinfonía de módulos' del compositor húngaro-canadiense Istvan Ahnalt, que descubrió en el libro ´Notations´, de John Cage. Y en esa translación, persigue activar emociones desde la arquitectura.

El museo, subterráneo, se encuentra bajo una lámina de agua de la que emergen tres edificios -uno de accceso, otro para la vivienda y otro para la celebración de eventos- que quedan reflejados en el agua del estanque.

El agua y la luz puntúan tres pabellones que parecen flotar sobre el agua. En cada uno de ellos, los vidrios de la cubierta dejan que la luz solar penetre y gire en el interior según la hora del día y la estación del año. El pabellón central da acceso a la galería.

El visitante, en un recorrido descendente, se topa con la lámina de agua a la altura de los ojos. Una divisoria acuática entre arriba y abajo donde se reflejan la casa y el cielo. Los lucernarios del fondo del estanque y el vaivén del agua filtran la luz hacia la galería.

El segundo pabellón aloja la vivienda. Y el tercero, una sala de actos. Las fachadas acristaladas conectan el interior con el agua. Y los muros exteriores, recubiertos con planchas de cobre, buscan integrarse en el paisaje de la colina de Kangbuk.