Al actor parece que le llueven los premios. El otro día recibía el premio Cofrade 'Ciudad de Marbella', y esta vez, en la misma ciudad que le vio nacer, recoge otro por dejar huella en la sociedad malagueña.

Cada año el Rotary Club de Málaga concede el premio 'Huella de Málaga' a un personaje público que haya influido especialmente en la ciudad andaluza. El pasado año, la homenajeada fue la Baronesa Thyssen, quien ha sido la encargada de traspasarle tal honor al elegido de este año, Antonio Banderas.

El protagonista de 'La Piel que Habito' se encuentra pasando unos días en su ciudad natal, para pasar las vacaciones de Semana Santa con su madre y su hermano. En esta ocasión su esposa Melanie Griffith no ha podido acompañarle, ya que ha tenido que quedarse junto a la hija de ambos, Stella del Carmen, quien no tiene vacaciones.

En el acto se subastó un cuadro de la ciudad de Ronda del pintor malagueño Luis Romero, cuyos beneficios irán a parar a la Fundación Lágrimas y Favores, que el propio Antonio Banderas preside. Con mucho humor, el actor se dirigió a los pujadores, animándoles a pujar más alto. Finalmente, fue él quien se lo adjudicó por 5.800 euros.

Por otra parte, los medios no dudaron en preguntarle a la Baronesa Thyssen, vestida totalmente de negro, por la disputa que tiene con su hijo sobre unos cuadros que le reclamaba, pero que la Justicia ha archivado recientemente ya que, según dice la ley, los hijos no pueden reclamar a los padres por un asunto económico.

A pesar de que otras veces suele contestar y hablar sobre la relación con Borja, esta vez prefirió guardar silencio, y se limitó a decir: "Borja está mal aconsejado". Desde que el hijo de la Baronesa Thyssen se casara con la modelo Blanca Cuesta, la relación madre e hijo ha atravesado por un conflicto que se alarga hasta la actualidad.

"Ser actor puede tener dos efectos, uno bueno y otro malo, pero los dos pueden ser utilizables. Y además uno se encuentra, por ser un personaje público y conocido, con un poder que hay que saber utilizar. Hay que separar el yo y pensar más en el nosotros, hay que ser útil y trato de serlo, y de servir en diferentes organizaciones, especialmente en Málaga. Quiero seguir trabajando con la gente que lo necesita", dijo Antonio a los periodistas.

Antonio acudió a la entrega de premios acompañado de su hermano, y con un pequeño girasol en la solapa de la chaqueta. Posó además muy feliz con la Baronesa Thyssen, con quien además comparte una buena amistad. De hecho, la Baronesa Tita es fiel seguidora de la Semana Santa malagueña, y suele compartir balcón con Antonio en la calle Larios.