Tras sentarse en el banquillo de los acusados por su imputación en el caso Malaya y después de estrenarse como abuela, la tonadillera reaparece en los escenarios cuando nadie esperaba que eso fuera a volver a suceder.

El motivo para que Isabel Pantoja vuelva a sonreír es su nieto Francisco, quien llegó al mundo el pasado 6 de noviembre. La tonadillera aprovecha cada uno de sus ratos libres para visitar al pequeño, y lo hizo también antes de ponerse rumbo a Barcelona.

La ciudad condal fue el lugar elegido para reaparecer en los escenarios y en mitad de su juicio, Isabel Pantoja volvía a pisar el escenario ante cientos de fans que esperaban ansiosos volver a escuchar su voz en vivo y en directo.

La cantante salió desde Sevilla acompañada de su inseparable sobrina, Anabel Pantoja. Isabel se alejaba de su primer nieto para dedicarse a su trabajo en estos momentos en que el juicio por la Operación Malaya hace mella en su estado de salud.

Protegiéndose la garganta, con una imagen descuidada y notablemente delgada, Isabel Pantoja no cruzó palabra con los medios que allí la esperaban para que hiciera sus primeras declaraciones, sin embargo a quien sí habló de su vida fue a sus fans durante el concierto. «Deciros que estoy muy feliz porque cuando me marché de aquí iba a ser abuela y ya lo soy», contaba la tonadillera sobre su nieto. En este concierto dedicó su primera canción a su nieto Francisco y se mostró emocionada.

«Estoy muy feliz y que esta canción que hace 29 años le canté a mi hijo, hoy se la voy a cantar a mi nieto porque me sale del corazón, gracias, gracias», decía Isabel mientras su público le aplaudía.

Con el apoyo de sus fans, Isabel Pantoja se mostraba fuerte y volvió a utilizar sus conciertos para demostrar su gratitud hacia sus amigos incondicionales y su felicidad por la llegada de su primer nieto.

«Porque voy a cantar todo lo que me echen con alegría, con felicidad, ¿se me nota? Pues ya está», decía la tonadillera.